Vuelta al cole: ¡Mira que 7 zonas de estudio más bien pensadas!

Te presentamos una selección de zonas de estudio con encanto para que tus hijos estudien cómodos, pero sobre todo muy, pero que muy motivados

  Esta semana han comenzado las clases para muchos niños. Y aunque no lo parezca, después de 3 meses sin horarios —llenos de pura diversión y mucho helado—, volver al cole resulta la mar de excitante. Supone reencontrarse con buenos amigos, pero sobre todo supone estrenar material escolar.

Mi hija, que siendo un microbio ya era un lince en esto del chantaje emocional, siempre apelaba (lo sigue haciendo) a la letra tan perfecta que tendría con el ultimísimo bolígrafo de gel o a lo ordenadito que mantendría su mesa con un estuche de Chic&Love. ¿Y cómo jugártela? Al fin y al cabo, yo también decía lo mismo cuando volvía a la oficina después de las vacaciones y necesitaba un par de zapatos nuevos para motivarme.

Y si un bolígrafo nuevo te anima a escribir mejor, imagínate lo que hará una super mesa de estudio o un sillón de mando como el de Star Trek.

RELAX, MY FRIEND

Confío en que no serás de esos padres que deciden montar el dormitorio definitivo de sus hijos (con mesa de estudio incluida) cuando estos apenas han soltado la cuna. No lo hagas. Confieso que yo lo hice y me salió rana. Más bien sapo. Imagina y llora … un dormitorio diseñado al milímetro, realizado por un ebanista (que no un carpintero) y que ha terminado sus días troceado y repartido por toda la casa. Solo puedo decir … ¡shit!

Mejor espera un poco hasta que averigües si tu hijo te ha salido fan de decoralinks o pasa del tema. Si es lo primero, ahorrarás mucho dinero —y disgustos— dejándole decidir. De momento, usa algún mueble versátil, de esos que hoy es una mesita para pintar y mañana un banco para leer bajo la ventana.

AL RICO M²

Tan escasos como deseados, los metros cuadrados no se prodigan precisamente en las habitaciones individuales ¿Y con quien pagamos el pato? Está claro que con la mesa de estudio. Al principio, no tiene mucha importancia su tamaño porque los deberes se resuelven con libro y cuaderno.  En cambio, sí es importante contar con espacio alrededor (baldas, cajones, cestas) para guardar el resto del material escolar y tenerlo bien a mano.

Pero si la mesa va a ser una inversión para toda la vida escolar y universitaria de tu hijo, no querrás que sea demasiado estrecha. Y es que, te pongas como te pongas, acabará luciendo un ordenador antes de lo que estás dispuesto a admitir. Verás, el espacio mínimo entre pantalla y ojos (según ergológico.com) debe ser siempre superior a 40cm. ¿Lo ideal? 50cm para portátiles y 65cm para ordenadores de sobremesa. Total, que si por narices la mesa no puede tener un fondo generoso, al menos opta por un portátil y no por un (big) Mac


LUZ NATURAL, POR FAVOR
Uno de los requisitos indiscutibles en las zonas de estudio es contar con luz natural, el mejor antidepresivo. En invierno, por supuesto, tocará tirar de luz artificial. Elige un flexo alto y articulado, con cabezal orientable y colocado en el lado contrario de la mano que use tu hijo para escribir.

Colocar la mesa delante de la ventana o en perpendicular dependerá de como te cuadre mejor. Puedo imaginar que si la colocas delante, a lo mejor no abre bien la ventana. O que colocada en perpendicular, provoca sombras al escribir si no sitúas la silla en el lado correcto. Ten en cuenta cosas como estas y todo irá bien

¡DE CARA A LA PARED!

Lamentablemente, muchas veces no queda más remedio que situar las zonas de estudio de cara a la pared. Pero tampoco hay que tomárselo como un castigo. Más de uno podría preferir esta opción porque le permite colocar su particular moodboard para motivarse (a veces, es mejor que mirar al patio de luces y ver como llueve ropa interior). Yo apuesto por la pared de pizarra que, sin duda, pondrá el acento a toda la habitación.

ZONAS DE ESTUDIO DOBLES

Cuando tus hijos comparten habitación, el espacio disponible sobre la ventana no suele ser tan amplio como para instalar una mesa corrida que aloje a los dos. He visto zonas de estudio preciosas pero con las sillas tan juntas que parece difícil que los niños no acaben intercambiando piojos. Por eso, si el espacio te lo permite, prueba a enfrentar sus mesas tal y como se hace en muchas oficinas. Eso sí, hazlo con un mobiliario más estiloso.


ZONA ZEN No solo de mesas y sillas viven las zonas de estudio. En algún momento habrá que parar y jugar con la Xbox o la PS (o el móvil de turno). Un buen sillón, un diván —¡hasta un columpio!— pueden conseguir que los momentos entre matemáticas y lengua sepan a gloria.


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