¿Cómo te voy a contar que en cinco minutos puedes encontrar la ola perfecta para enviar un mensaje? Con un botella, claro.
¿Cómo te voy a contar que puedes anudar una cortina y ponérselo más fácil al sol?
¿Cómo te voy a contar que puedes responder ese mensaje que te quita el sueño?
¿Cómo te voy a contar que puedes solarte el pelo y dejar que cada uno escoja su vuelo?
¿Cómo te voy a contar que puedes resucitar la flor más exhausta si le susurras lo bonita que es?
¿Cómo te voy a contar que puedes derretir una onza de chocolate en tu boca y que te delate el brillo de tus ojos?
¿Cómo te voy a contar que en cinco minutos puedes descubrirle las cosquillas a los pies más tímidos?
¿Cómo te voy a contar que puedes aprenderte el estribillo de aquella canción?
¿Cómo te voy a contar que puedes quedarte, por fin, contigo a solas?
¿Cómo te voy a contar que puedes quitarle las agujas al reloj y perderlas de vista?
¿Cómo te voy a contar que la plaza de siempre puede convertirse en una vía de escape?
¿Cómo te voy a contar que en cinco minutos puedes inventarte la mejor excusa del mundo para dar un beso?
¿Cómo te voy a contar que puedes sonreír todo el rato sin parar?
¿Cómo te voy a contar que puedes hacer algo que te haga feliz?
¿Cómo te voy a contar que cinco minutos dan para mucho?