Y es que no necesitamos ni una inversión desorbitada, ni un montón de metros cuadrados para conseguir un espacio que todos quieran visitar.
Han conseguido un diseño fresco y juvenil mezclando piezas y estilos más modernos con detalles tradicionales.
Me encanta el contraste de la pared de ladrillo y los grandes ventanales negros con el blanco impoluto del estilo nórdico y piezas de diseño como las sillas Eames. Además los textiles de colores, los grandes cuadros y las alfombras, aportan un toque de color y alegría a este pequeño apartamento.
Fuente: Homedit
¿Qué os parece este apartamento?
¿Os gusta la mezcla de estilos?
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