Exactamente quedan 7 días para empezar la cuenta atrás para Navidad. Una cuenta que puede que para ti no sea tan emocionante – ¿tal vez buscabas la palabra estresante? – pero seguro que lo será para los más pequeños de la casa. Una espera que se puede hacer bien larga si no cuentas con la ayuda de los calendarios de adviento.
Porque seamos sinceros, no es lo mismo esperar 24 horas a que llegue una sorpresa, que esperar 24 días – aunque esta sea más gorda. Ni punto de comparación. Y por sorpresa no entiendas solo chocolate o dinero. Hay mil cosas que pueden ilusionar a tu pequeño, y nadie mejor que tú para saberlo y aprovecharlo. Por ejemplo, ¿le gustan los puzzles? Divide las piezas de uno entre 24 días y así cada día probará con las que le hayan tocado. Pueden ser también adornos del árbol que podrá ir incorporando al mismo según vayan tocando. Y bueno, vale, alguna chocolatina debe caer también – o serás el padre más duro, durísimo, sobre la tierra
Lo que está claro es que si ya sientes aversión al gasto por el gasto y al chocolate por el chocolate, no querrás ni en pintura los típicos calendarios de adviento comerciales – sinceramente, son una caca. Mejor si el calendario en cuestión es divertido de preparar o al menos, de jugar. Y si encima es ecológico porque fomenta el amor de los niños por los animales, para de contar y pongámonos manos a la obra que solo quedan ¡7 días!!!
Así que, … 3, 2, 1 … ojo, que entramos en …
…modo Navidad…
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Este paisaje invernal casi parece el hogar de Heidi. Para hacerlo, usa cartulinas y rollos de papel vacíos de cocina o de baño. El truco está en dejar un hueco en cada figurita para que pueda acoger el regalito. Con los rollos es fácil, solo tendrás que taparlos para que no se vea lo que hay dentro; con las montañas y nubes tendrás que recortar la cartulina dos veces y pegarla por los bordes, así el centro quedará hueco – solo acuérdate de poner el detalle dentro ¡antes de cerrarlo!
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Si tus manos son expertas en el arte del costureo, te propongo este precioso calendario que desde luego es para lucirse. Por fuera, son bolsitas simples, con el día pintado, que se cuelgan de un arbolito o una cuerda. Cuando consigues tu sorpresa del día, das la vuelta a la bolsita y … voilà! … ¿qué nos encontramos? pues unos preciosos animalitos que nunca querrás perder de vista – te llevas nada menos que doble regalo!
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Más animalitos, aunque estos con un toque algo menos infantil. Tienen ese aire vintage tan chulo, pero si prefieres algo más infantil o actual, siempre puedes fotocopiarlos de cualquier otro libro o imprimirlos de la web. Una vez recortados, lo mejor es pegarlos sobre un cartón fuerte o algún material que deje las figuras más rígidas. Solo así podrán sostener el regalito. Después, fórralas por ambos lados con autoadhesivo transparente – del que usas para forrar los libros del cole – y pásales una cuerda para poder colgarlos.
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Unas cajitas, que bien puedes comprar a granel o hacerlas tú mismo, junto con animalitos de plástico (estos del chino, ya que los vas a teñir de blanco) es todo lo que necesitas para este calendario. Peeeeerooooo … te propongo un mix que me parece muchísimo más interesante. Te propongo mezclar la imagen anterior con la de abajo. De la de arriba, me gustan los animalitos en blanco y su nariz Rudolph – muuuy navideño. De la de abajo, me gusta la forma en que transportan sus regalos.
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Fotos
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