Si te gustan los ambientes exóticos, la mezcla de culturas diferentes y los contrastes entre elementos tradicionales y contemporáneos, te gustará decorar tu casa según las bases del estilo oriental. Aquí tienes algunas claves esenciales que puedes seguir para lograr un resultado perfecto.
El estilo oriental en decoración tiene un montón de seguidores y de fans que reproducen los ambientes asiáticos en sus casas. Quizá por el exotismo que transmiten estos espacios, o por los recuerdos de otras tradiciones y culturas que enriquecen la decoración.
El caso es que el interiorismo de estilo oriental, con influencias procedentes de Japón o China, e incluso India, lleva muchos años en alza y continúa estando a la orden del día. Y es que una de sus ventajas es la facilidad con la que se puede dar un aire oriental a cualquier espacio, desde la cocina hasta el cuarto de baño, pasando por el salón o el dormitorio y, por supuesto, el recibidor.
En este sentido, no hace falta llenarlo todos de muebles japoneses. Basta con incluir en la decoración algunos detalles que nos recuerden a Asia: complementos y adornos, velas decorativas, carteles o fotografías, plantas o jardines japoneses, etc.
Si eres uno de los apasionados por los ambientes ricos y exóticos del estilo oriental, sigue leyendo, porque vamos a contarte cuáles son las cinco claves que no pueden dejarse de lado a la hora de decorar un espacio oriental.
1. Estilo oriental: opta por ambientes sobrios y poco recargados
El estilo oriental se caracteriza por ciertos elementos, materiales, diseños y paletas de colores que son bastante potentes, decorativamente hablando. Son elementos que tienen mucha fuerza y carácter y que llenan cualquier ambiente. Por eso es importante no pasarse de la raya y elegir el mobiliario y los complementos con mesura, para no abigarrar los espacios.
Por esta razón, la estética oriental en decoración combina a las mil maravillas con el minimalismo, a la hora de mezclar estilos. Si el primero pone las piezas fuertes que le dan carácter al interiorismo, el segundo pone el escenario sereno y tranquilo que esas piezas orientales necesitan para lucir perfectas. Y es que los muebles chinos o japoneses destacan mucho mejor en escenarios neutros y despejados.
2. La paleta de color: el dominio del rojo y negro
Si pensamos en una combinación de colores que nos evoquen el estilo oriental, la mayoría de nosotros pensará en el rojo y el negro. Se trata de los dos colores más emblemáticos de la decoración asiática, sobre todo japonesa. Sin embargo, hay otras paletas cromáticas que también destacan en el estilo oriental.
En lo que se refiere al mobiliario, la estrella del estilo oriental son las superficies lacadas en negro, rojo oscuro, ocre, etc. Los textiles, en cambio, se pueden escoger en tonos fríos como los azules. Ambas tendencias cromáticas se pueden combinar con acierto. Eso sí, siempre eligiendo como base un espacio dominado por los tonos neutros. El gris suave, los tonos crudos y tostados, etc. servirán como fondo para otros contrastes de color más audaces.
3. Los materiales que triunfan
Una de las características que definen la decoración de estilo oriental está en la elección de los materiales, muy arraigados en su cultura popular. Se trata de materiales naturales pero relacionados con las tradición asiática. De entre todos, destacan la piedra, la madera (en especial maderas asiáticas como la de cedro), el bambú, la seda, el papel de arroz, etc.
Todos estos materiales nos ofrecen un montón de posibilidades a la hora de combinarlos en la decoración para crear contrastes originales.
4. Cuestión de altura
Como seguramente ya sabrás, en la tradición doméstica oriental la vida cotidiana se desarrolla bastante a nivel del suelo. Se vive y se realizan las actividades diarias sobre tatamis y alfombras, se duerme en futones y se come en mesas bajas.
No se trata de reproducir al pie de la letra este estilo de vivir y decorar la casa, pero sí hay que tener en cuenta que los ambientes de estilo oriental se caracterizan por incorporar muebles bajos, como aparadores, cómodas, etc.
Esta tendencia a componer conjuntos de poca altura nos ayuda a mantener las piezas orientales bajo control, sin caer en el exceso, y evita que nuestros espacios queden demasiado abarrotados de cosas. Una buena idea es complementar los muebles con alfombras mullidas que vistan los suelos.
5. Elementos ornamentales
Un par de toques puramente orientales terminarán de dar personalidad a cualquier ambiente decorado según está tendencia tan exótica y diferente. Por ejemplo, puedes incluir algún cartel de estética japonesa, o una bonita fotografía de la increíble naturaleza del continente asiático. O transmitir serenidad poniendo en un rincón un jardín japonés, con sus piedras, el agua, las plantas…
Otra idea es optar por paneles japoneses en las ventanas, o utilizarlos como separadores de ambiente si lo necesitas. Los paneles japoneses o shoji se realizaban tradicionalmente con madera y papel de arroz, y son un elemento emblemático en la decoración de estilo oriental. Aportan un toque cálido y definen totalmente el ambiente. Por eso, los amantes del estilo oriental no suelen prescindir de ellos.
Espero que estas claves te hayan servido para conocer y definir el estilo oriental en decoración. ¿Te animas a hacerlo tuyo?
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