La arpillera es una tela basta y gruesa que se fabrica a partir del cáñamo o el yute. En sus orígenes tenía un uso puramente comercial y se empleaba, sobre todo, para confeccionar sacos en los que transportar todo tipo de mercancías. Era un tejido resistente y económico y por eso se usaba como telas para embalajes. Poco a poco fue adquiriendo nuevos usos, perdiendo algunos y ganando otros, y hoy es bastante frecuente utilizar la tela de arpillera para decorar.
Puede que sea la belleza de su trama o su color natural que suele estar sin teñir. El caso es que una tapicería hecha con este tipo de tela resulta muy decorativa. Es capaz de poner una nota muy campera a cualquier espacio.
Aunque al principio se utilizaba más en casas de campo y ambientes de estilo rústico, poco a poco se ha ido generalizando su uso y hoy podemos ver muebles tapizados con tela de arpillera, o tela de saco, en espacios decorados en cualquier estilo. De todas formas, lo más frecuente es usar la tela de arpillera para decorar ambientes de estilo vintage, nórdico o shabby chic.
Cómo usar la tela de arpillera para decorar
Aunque este tipo de tejido solamente se utilizaba para hacer sacos, hoy tiene un montón de usos en decoración. Con el tiempo se han ido comercializando arpilleras de diferentes tramas y urdimbres, con texturas más ásperas y más suaves. Esto no deja de ser una ventaja porque así podemos elegir la tela de saco que mejor nos va según el proyecto que queremos realizar.
Los colores también pueden diferenciar las diferentes calidades de telas de arpillera. Aunque lo normal es encontrar este tejido sin teñir, en color natural, los matices pueden cambiar mucho. Así hay telas más marrones, otras más doradas y otras más claras y blanquecinas.
Para tapizar butacas
Una buena butaca de estilo clásico (un sillón orejero, por ejemplo) queda perfecto tapizado con tela de arpillera, sobre todo si se trata de un tejido reciclado. Si la tela sirvió en su día para confeccionar sacos de los que transportaban café y otros productos de ultramar el encanto del mueble gana enteros.
¿Tienes la suerte de tener una de estas butacas? Pues dale toda la relevancia que se merece y muéstrala orgulloso. No importa que tu salón esté decorado al más puro estilo minimalista; el sillón quedará genial de cualquier manera.
La versatilidad de los bancos
Los bancos sencillos con estructura de madera y asiento tapizado resultan una pieza muy versátil que se adapta de maravilla a espacios decorados en cualquier estilo. Además, como no se trata de piezas demasiado voluminosas, nos sirven para decorar pequeños rincones y también para darles un uso muy práctico.
Me encantan, por ejemplo, en el recibidor, siempre que haya suficiente sitio para ponerlos. Un banco es la pieza perfecta para terminar de ponerse los zapatos antes de salir de casa.
Y si está tapizado con una bonita tela de saco decorada con alguna inscripción vintage, la belleza del banco se multiplica.
También quedan muy bien a los pies de la cama, para usar como descalzadora. O, incluso, en un cuarto de baño amplio, equipado con elementos de aire retro. Como ves, las posibilidades de este tipo de muebles son infinitas.
Las sillas de comedor más originales
Los asientos de tela de arpillera quedan genial en sillas de comedor de muchos estilos, desde las más rústicas a las más señoriales que pierden parte de su arrogancia, algo que les favorece sobremanera.
Seguro que recuerdas que hace poco hablábamos del estilo mix&match que apuesta por la mezcla, incluida la de las sillas de distintos estilos en el comedor. Si te gusta esta idea, hazte con un par de sillas tapizadas con tela de saco y mézclalas con asientos de diferente estilo, como sillas de hierro de aire industrial. ¡Te quedarán genial!
Cojines y cortinas de arpillera, detalles con sabor
No solo para tapizar sirve la tela de arpillera. También podemos confeccionar cojines, cortinas o cualquier otro complemento de decoración que añada una nota rústica al ambiente.
Este tipo de elementos resultan mucho más decorativos si los confeccionas con telas de saco recicladas, que muestren sus inscripciones y sus detalles. Si no encuentras estos tejidos, puedes comprar tela de arpillera rústica y pintar tú mismo las letras o rayas con pintura especial para tela y plantillas de estarcido. Nada más sencillo. ¿Te atreves?
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