¿Quién ha dicho que se necesita mucho espacio para vivir bien? Hoy te presentamos una de las tendencias que están causando furor en muchos países: vivir en una minicasa. Descubre todas las ventajas de tener una casa de menos de 25 metros cuadrados.
Esta costumbre nuestra de equiparar espacios amplios con calidad de vida no siempre ha de estar justificada. De hecho, y aunque una casa grande y de ambientes diáfanos aporta desahogo, hay quien opina que se puede vivir muy bien en casas de menos de 30 metros cuadrados. ¿Tú que crees?
Vivir en una minicasa: ¿moda o necesidad?
Sin embargo, la crisis económica de 2008 en Estados Unidos fue el detonante para que las minicasas proliferasen de un modo sorprendente. De allí se catapultaron a Reino Unido o a Francia, y hoy se han convertido en todo un modo de vida para muchísimas personas.
Una forma de vida sostenible
Pero es que, además, suelen utilizar fuentes de energía renovables y sostenibles, lo que beneficia a sus propietarios. Además de que el consumo energético es menor y, por tanto, también el gasto.
Otra ventaja añadida es que las minicasas, o tiny houses, tienen un mantenimiento mucho menor que el de una casa más grande, en todos los aspectos. Son más fáciles de limpiar, de ordenar, de climatizar, de reparar, etc.
El precio, sin competencia
Y aunque en España no es frecuente que mucha gente viva de forma habitual en estas casitas mini, sí que es cierto que cada vez son más los que se hacen con una como segunda residencia para pasar las vacaciones y los fines de semana.
Aprovechamiento total del espacio
Nos evita la posibilidad de acumular cosas innecesarias que terminan por lastrar nuestra vida y nuestro día a día. Es el espíritu de Mary Kondo llevado a su máxima expresión. Deshazte de lo innecesario, quédate con lo que necesitas de verdad. Vivir en una minicasa nos aboca a ello por obligación. Y eso, en muchas ocasiones, es una suerte, ¿no crees?
Eso sí, el orden ha de ser una prioridad, si no quieres volverte loco. No se puede vivir en una minicasa de 25 metros cuadrados sin contemplar unas estrictas normas de ordenación. Es la diferencia entre vivir bien o terminar desquiciado.
Con o sin ruedas
En general, las minicasas son desmontables y transportables. Las ruedas vienen a acentuar ese espíritu nómada de este tipo de viviendas. ¡Quién no ha tenido el sueño alguna vez de recorrer el mundo con la casa a cuestas.
En cualquier caso, las minicasas no son para todo el mundo. Han de abstenerse, por cuestiones evidentes, las familias numerosas y los coleccionistas compulsivos. Pero, para los demás, pueden ser una opción a tener en cuenta.
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