Seguro que en más de una ocasión os habéis tenido que enfrentar a la difícil tarea de arrancar la suciedad acumulada en los calcetines blancos, uno de los mayores dolores de cabezas para las madres. Debido a que esta prenda está siempre en contacto con la suela de las zapatillas o bien porque andamos descalzos por nuestra casa, al final, más que blancos parecen ser negros. Lavarlos de forma normal no suele dar buenos resultados. Acaba con el mal olor pero no con la suciedad. Para poder disfrutar de calcetines limpios como si fueran nuevos, hay que utilizar algunas otras técnicas de limpieza. Si estáis interesados en poner fin a este problema, seguir leyendo porque os traemos algunos sencillos trucos que podéis utilizar.
Agua tibia y sal
Fuente: pixnio A la hora de acabar con la suciedad y el sudor acumulado en esta prenda, la sal puede sernos de gran ayuda. En este caso lo que necesitaremos será añadir 2 cucharadas soperas de sal por cada litro de agua tibia. Removeremos bien la mezcla y a continuación pondremos a remojo los calcetines que queremos limpiar. Dejar ahí durante unas horas. Como consejo, no calentéis mucho el agua para que no afecte al tejido de la prenda.
Agua Oxigenada
Este producto es conocido por todo el mundo debido a que se utiliza para desinfectar las heridas. Pero además de esto, también se ha visto que se comporta muy bien para acabar con cierta suciedad de la ropa.
A la hora de utilizarlo, debemos añadir 1/4 de agua oxigenada por cada litro de agua tibia. La mezcla la haremos en un barreño y en su interior meteremos los calcetines durante 40 minutos. Pasado ese tiempo, los lavaremos de la forma habitual. En este caso, el agua oxigenada actuará haciendo que la suciedad se desprenda de las fibras del tejido.
Zumo de limón
El zumo del limón contiene ácidos naturales que ayudan a conseguir una mayor blancura en todo tipo de prendas textiles. También funciona muy bien como desinfectante y contra el mal olor gracias a sus propiedades antibacterianas.
En este caso, lo que debemos hacer es mezclar en un recipiente 250 ml de zumo de limón y un litro de agua tibia. A continuación sumergiremos los calcetines durante 45 minutos para que la suciedad se ablande. Pasado ese tiempo, los lavaremos de la forma habitual y los pondremos a secar al sol.
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