Pon tu salón en cuarentena mientras compruebas este check list con los errores deco más habituales. Así podrás evaluar si tu salón necesita un revamp de agárrate o simplemente un ligero retoque.
01 | Todo bien pegadito a la pared
Ya sé que alguien te dijo que despejando el centro del salón, este parecería más amplio. Ya. Pero es que hay términos medios. El sofá, la librería, las sillas … ¡hasta la mesa baja la has pegado a la pared!. Y claro, ahora el espacio central, tan vacío, solo sirve para que tu hijo dé conciertos de flauta.
Expándete. Coloca el sofá en medio si tu salón es amplio. Es una forma muy cómoda y natural de separar ambientes. Y si tu salón no da la talla, cierra el conjunto con una pieza más pequeña (como un sillón o una butaca) . Verás como optimizas el espacio y visualmente creas un efecto superacogedor.
02 | Luz de frigorífico
¿Sabías que la luz tiene temperatura? Si estás asintiendo pensando en la cantidad de veces que te has quemado con una bombilla, no vale. Hablamos de temperatura de color, que se mide en grados Kelvin (K) y es la responsable de que te sientas a) a gusto en casa (como cuando enciendes velas) o b) destemplado (como cuando metes la nariz en el frigorífico)
Para el salón/comedor, elige siempre fuentes de luz cálida —por debajo de los 3.300K—, así no te equivocarás. Y si quieres profundizar más en cómo iluminar el salón para que no quieras moverte de él, no te pierdas este artículo de hace unas semanas.
03 | Bendita tele
Sí, la adoramos, y quien diga lo contrario, es porque adora su ipad. Sin embargo, los gurús de la deco dicen que no puede presidir nuestro salón, que en todo caso deberíamos colocarla en la TV room. Y la verdad es que razón no les falta. Lo que nos falta a nosotros es esa TV room.
Poooorqueeee ¿cuántas teles bonitas has visto? Cero. Sin embargo, como se dice en la guerra, si no puedes con el enemigo —permíteme una pequeña licencia— disfrázalo. Así, las nuevas televisiones muestran obras de arte mientras están apagadas, o simplemente son un espejo. Y si el presupuesto no te da para estos adelantos, pon a pantalla completa uno de esos vídeos que simulan el fuego de una chimenea, tan real que hasta podrás oír como crepita.
04 | La chaise longue mecanizada
Lo admito, esto es personal. Es de esas cosas que preceden la frase por-encima-de-mi-cadaver. Así que si eres fan de estas butacas reclinables, no trates de convencerme de lo agradable que es su masaje, del calorcito que te proporciona en la rabadilla o de mira-la-cantidad-de-botoncitos-que-tiene. Sencillamente me parecen ortopédicas —aunque la de Fraser resultase adorable (jovencitos, tendréis que googlear para saber más del mítico sillón reclinable de Martin Fraser)—.
Mejor una chaise longue antigua —en la fusión de estilos está la gracia— o alguna mítica. Será la pieza. Y por el calorcito y el masajito, ni te preocupes. Una manta soluciona el primero y la pareja el segundo. Tú solo elige un buen libro.
05 | Ni Marilyn ni Dora la exploradora
Afortunadamente cada día veo menos las Marilyn de Warhol, aunque me temo que solo es porque las han sustituido por láminas de Prada y de Kate Moss con bigote/dedo. Y no es que me queje porque sean reproducciones, ¡todo lo contrario!. Hay que mirar por la economía. Sin embargo, siendo la oferta tan amplia, me pregunto por qué elegimos solo aquella obra gráfica que satura las redes hasta decir basta ¿estamos tontos?
Claro, que para ser original, tampoco te sientas obligado a poner el cuadro que ha pintado tu suegra, si lo odias. Recuerdo una peli donde solo lo colgaban cuando su autora les visitaba. Es una idea, por si no te queda otra.
Si quieres obra que no esté muy trillada y tenga precios asequibles, prueba en las webs que representan a artistas noveles y que todavía venden sus cuadros a precios muy asequibles.
06 | ¿Eres la Preysler?
¿Entonces por qué te empeñas en poner un mesa king size con 12 sillas, 8 de las cuales has distribuido por el salón, pegadas a la pared? ¡Claro!, por si uno de estos años te toca organizar la comida de Navidad, ¿verdad?
En primer lugar, existen las sillas plegables que puedes colgar en el trastero hasta que se reclame su presencia. Segundo, para un día al año siempre hay soluciones alternativas como un cóctel —eso si que es de Preysler— o el restaurante de la esquina. Tú, mientras tanto, disfruta de los otros 364 días con una mesa adecuada para a tu familia —y si te fallan los metros, no olvides que las redondas son divinas—.
07 | Y sobre todo, no seas de muy
Ni cuadros muy altos, ni cortinas muy cortas, ni sofás exagerados. Uno pone cuadros en casa para admirarlos, y difícilmente esto es posible si los cuelgas a 180cm cuando tus ojos solo alcanzan los 150cm. Centra tus ojos en el centro del cuadro. O crea composiciones. Con estas será difícil que la pifies.
En cuanto a las cortinas, ¿qué te voy a decir? que si me lees es porque algo confías en mi. Así que deja que arrastren un par de centímetros. Sin duda, son más elegantes y sofisticadas. Y si no lo soportas, al menos deja que toquen el suelo.
Los sofás deben ir en consonancia con el tamaño del salón. Si te gustan voluminosos, será mejor que seas minimalista si tu salón no va más allá de los 20m². O mejor, encuentra uno bien cómodo, con un diseño ligero, como el que ves abajo en un apartamento de tan solo 27m².
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