Y el cambio de estación requiere hacer cambios en casa para adaptarla al frío. En mi caso cambio las fundas de cojines, tengo las fresquitas y alegres del verano y las más gordas o peludas para el invierno. La ropa de cama, las sábanas de verano y las fundas nórdicas de invierno. Mantas, cortinas, alfombras...un sin fin de cambios que la verdad es que me encanta hacer, no me supone un gran esfuerzo y eso que lleva su trabajo, lavar, guardar, colocar...
Antes no era muy de alfombras pero con el tiempo las cosas van cambiado y entre ellas, mi amor incondicional hacia ellas. Visten las casa, son cómodas, dan calor y son un elemento decorativo imprescindible para una casa más acogedora.
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Os tengo que confesar que tengo también alguna alfombra que pongo cuando hace calor y que quito cuando llega el frío.
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Las de fibras naturales las relaciono más con el calor y las zonas de exterior a diferencia de las de lana, algodón, piel...que me parecen más acogedoras para el invierno.
¿Eres de alfombras o por el contrario no te gustan nada?
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