Por fin!!!
El post más esperado de los últimos tiempos, el antes y el después de la cocina. Voy a intentar hacerlo lo más corto posible, pero quiero contaros todos los detalles. Así que poneos cómodos y disfrutad.
CÓMO HE REFORMADO LA COCINA SIN OBRAS
La cocina era la estancia de mi casa que menos me gustaba. Tenía los muebles de color cerezo, una cenefa de frutas y el suelo de gres imitación a mármol rojo. El conjunto en general hacía que fuese anticuada y muy oscura. Por no hablar que da a la parte interior del edificio, con lo cual no entra mucha luz natural.
Lo primero que hice fue pintar todas las puertas de los armarios. Para ello utilicéla pintura chalk paint de color blanco con un toque satinado. Es una pintura especifica para zonas húmedas como la cocina y el baño y lo mejor de todo es que no hay que lijar. Para pintar las puertas las descolgué y sobre una mesa grande las fui pintando. En total di 1 pasada de imprimación y 3 de pintura.
Esta foto es del proceso, pero se puede ver perfectamente el color del suelo, de los muebles y la mesa.
Para quitar la cenefa de frutas tenía una idea principal que era la de tapar todas las juntas de los azulejos con masilla y dejar la pared lisa. En el frontal donde estan los muebles quería poner un vinilo imitación a azulejos de metro. En el resto de las paredes pintar todo con una pintura de color neutro y simular paredes de yeso. Pero me pareció un trabajo muy costoso y no tenía muchas esperanzas de que quedara bien. Al final opté por algo más sencillo, dejar los azulejos y tapar solo la cenefa con un vinilo de azulejos hidráulicos.
Para la columna de frutas tuve que pensar en otra cosa, ya que ponerle azulejo hidráulico como al resto de la cenefa me parecía que iba a quedar demasiado recargado. Decidí pintarla con pintura de pizarra. En esta ocasión sí que tapé todas las juntas con masilla. Tuve que dar tres pasadas para que quedara completamente lisa. Una vez la masilla seca pinté con pintura de pizarra negra. Le dí 4 pasadas para asegurarme que agarraba bien y no se desconchase cuando pintásemos sobre ella.
Con la mesa lo tuve claro desde el principio. Quería esas mesas que tienen las patas blancas y el tablero de madera. Como no quería comprar otra mesa, ya que ésta es prácticamente nueva, opté por pintarla. Para las patas y la parte baja del tablero usé la misma pintura que para los armarios. Para que el tablero tuviese el mismo efecto de madera compré un vinilo. Me resultó muy fácil de poner y es bastante resistente.
Y por último, el suelo. Es increíble como un suelo puede darle un aspecto tan diferente a una estancia. En un principio iba a poner un laminado blanco, pero siendo una cocina y teniendo un perro, descarté la idea. Al final me quedé con éste color más oscuro y sufrido. Es un laminado de PVC vinílico super resistente, ideal para cocinas y baños.
Creo que lo único bonito que había en la cocina es el cuarzo, que casualmente es de terrazo, aunque cuando lo pusimos no estaba tan de moda. Por 440 he reformado mi cocina sin necesidad de hacer obras.