Tradición y modernidad marcan la estética de una vivienda aunque, estoy casi segura de que, si le preguntásemos, sus dueños resumirían el proyecto de reforma de su casa en otras dos palabras: comodidad y funcionalidad.¿Os apuntáis al hometour por la vivienda resultado del proyecto escondido tras este dibujo?
Empecemos con los antecedentes. El encargo recibido por el estudio A&EB (Anna & Eugeni Bach, architects) se resumía en la "la reforma integral de una vivienda del Ensanche barcelonés del año 1910 que no había sufrido ninguna modificación sustancial en sus 100 años de historia".
Sin embargo, detrás de esa frase se escondían muchas otras cosas. Algunas - lo habréis imaginado siendo Barcelona, el Ensanche y principios del siglo pasado -, muy buenas, como los suelos hidráulicos de pieza pequeña relativamente bien conservados; los techos, que además de ser altos mantenían las molduras y rosetones originales; y también la mayoría de carpinterías originales. Otras, no tan buenas, como el estado del piso, realmente malo tras sufrir los estragos de la acumulación de basura del anterior inquilino, afectado por Síndrome de Diógenes.
Así pues, el punto de partida fue conservar el cielo y el suelo, esto es, los magníficos techos y suelos del piso. Para ello, mantuvieron la distribución en aquellas zonas de la casa donde estos elementos estaban presentes, y concentraron las obligadas reformas en las partes que no tenían esas características. Podéis verlo en detalle en el plano de la planta de la vivienda en su estado original en primer término, y con la nueva distribución a continuación:
Estos cambios obligaron a trabajar la casa estancia por estancia, de esta forma -empotrando armarios, moviendo tabiques, o trasladando algunas de las carpinterías originales, por ejemplo - se fue ganando en funcionalidad sin que esto afectara a los límites originales de los espacios. El equilibrio cromático con el blanco de las paredes - todas, tanto las pintadas como las alicatadas, e incluso los muebles de cocina - y la madera de la carpintería y los muebles más destacados, hizo el resto. Un trabajo de arquitectura que tuvo este - para mí - perfecto resultado.
Plano general de la sala comedor con los suelos y la carpintería original y, al fondo, la galería.
Los suelos hidráulicos son los absolutos protagonistas, junto a la madera de la gran mesa,
los marcos de las puertas y de los cuadros que ocupan toda la pared izquierda.
Detalle de la confluencia de dos diseños de suelos hidráulicos antiguamente
separados por un tabique y ahora unidos en un mismo espacio. El sillón rosa chicle es
el principal detalle de color del espacio donde predominan los muebles de líneas sencillas.
La sala-comedor se une a la galería - que también tiene su propio suelo hidráulico con un tercer diseño - a través
de los dos arcos que, además de servir de zona de paso, sirven de focos de entrada de luz a la estancia,
igual que lo hacían en la distribución original.
En la galería, que conserva la carpintería original, se aprovecha la doble entrada desde la sala-comedor
para ubicar transversalmente una mesa perfecta para desayunos, cafés o meriendas con vistas.
Al ser una mesa de caballetes, es fácilmente desmontable en caso necesario.
Sencillez de líneas también en los muebles de la habitación principal, que mantiene la mezcla del color blanco con el madera - elegido para mesitas, lámpara y puertas del armario - dando todo el protagonismo al suelo hidráulico.
Un espejo en la cabecera de la cama, aumenta el efecto color, al reflejar las puertas de entrada, originales.
La línea decorativa se mantiene en la habitación infantil, con suelo hidráulico, muebles y paredes blancas, y una gran moldura en el techo. El ventanal - en color madera en el interior y verde en el exterior - la convierte en la habitación más luminosa de la casa. El toque divertido lo ponen las señales de tráfico recuperadas que adornan las paredes.
La gran anchura del largo pasillo interior, típico de los pisos antiguos, se aprovechó para ubicar unos sencillos estantes y unos muebles bajos que abarcan toda su longitud, y convierten el espacio en una gran biblioteca abierta con almacenamiento extra. De nuevo, se apuesta por la mezcla de blanco y madera.
El toque sorprendente del pasillo-biblioteca lo dan las lámparas de sobremesa de Ikea
colocadas al revés que proporcionan a la vez una agradable iluminación y un toque
aún más diferente a un pasillo que, gracias a su doble función, ya lo es.
Otro recodo del largo pasillo, que se ha aprovechado para colocar un espejo de cuerpo
entero con una plancha-imán donde los niños pueden colocar sus fotos y dibujos.
Como en toda la casa, el tándsuelos hidráulicos + blanco-madera funciona a la perfección.
En la cocina, los azulejos rectangulares viselados de tamaño pequeño, complementan, y equilibran, la mezcla del suelo original con los muebles actuales. Se repite la línea cromática blanca en contraste con la madera de la encimera y de la ventana original, y se introduce el cromado de los electrodomésticos, reforzado con el gris del techo.
El baño principal, en el que se han utilizado los mismos azulejos viselados de la cocina, es el espacio más reformado de la vivienda, ya que en esta zona de la casa, no había suelo hidráulico que mantener. La simplicidad de líneas se refuerza con la combinación cromática de blanco, madera y cromado, siguiendo la línea de la cocina.
Mención especial merece la ducha que, bajo una tarima de madera plegable, esconde una bañera
encastrada gracias a la elevación del suelo que se ha subido 60 cms. para conseguirlo -.
Un sorprendente aprovechamiento de la gran altura de este piso antiguo.
Detalle del alzado del baño donde se puede apreciar cómo se ha elevado el suelo para incluir la bañera bajo la ducha.
La parte no ocupada por la bañera, se ha destinado como espacio de almacenamiento-despensa accesible desde el pasillo, junto a la cocina. Una solución totalmente práctica, especialmente para una familia con niños como la propietaria.
Proyecto @ Anna & Eugeni Bach, architects
Fotos @ Tiia Ettala para A&EB, architects
Como veis, renovando, conservando, reaprovechando y modificando sólo cuando era necesario, el proyecto, ha conseguido cambiar totalmente la manera de habitar un piso que, sin embargo no ha perdido nada de su esencia de la Barcelona de principios del siglo pasado.¿Qué os ha parecido el proyecto?
¿No habéis caído, como yo, rendidos al trabajo de A&EB - Anna & Eugeni Bach, architects?
¡¡FELIZ SEMANA!!