Actualmente, se ha convertido en un buen recurso para decorar cualquier estancia, por ejemplo, como cabecero en dormitorios.
Creo que lo más difícil es decorar las paredes de un pasillo y por eso he hecho este arrimadero con unos listones de madera y los he pintado en blanco. Pensé pintar la parte superior en un verde agua, pero quiero evitar esa línea que haría el pasillo más largo todavía. De esta manera, junto con las rayas blacas y grises, le doy verticalidad. Y he creado volumen y personalidad sin sobrecargar la pared.
También lo hice en el recibidor, pero esta vez lo pinté en gris oscuro, para que no se notara el roce de chaquetas y bolsos.
¿No sabes como hacerlo tu mism@? Es muy fácil, solo necesitas estos materiales:
Listones de madera. En mi caso utilicé unos 20 listones de haya sin tratar, de 1,9 m x 2 cm x 1 cm, para hacer el pasillo y el recibidor.
Caja y cortador de ingletes.
Adhesivo de montaje. Yo utilicé el de “No mas clavos”.
Cinta de carrocero, lápiz y metro. Para sujetar los listones a la pared mientras se seca el adhesivo, marcar y medir, respectivamente.
Masilla para rellenar los huecos. A mi me va muy bien una de Mercadona que se llama “Renovador de juntas” y la tengo siempre en casa para tapar agujeros en las paredes.
Lija de grano fino para eliminar imperfecciones, trapo para limpiar el polvillo y pintura del color que quieras.
¿Te animas?