Todo esto viene porque al descubrir la vivienda de hoy he sentido un "flechazo deco" y creo que en gran parte es por sus colores. Una vivienda escandinava donde predominan los tonos grises y blancos, como os decía, mis dos básicos y favoritos hoy por hoy. En este mini apartamento nórdico la luz cobra especial importancia ya que entra por el salón y llega hasta la cocina al concebirse todo como un espacio abierto. En el dormitorio encontramos un espectacular separador de hierro y vidrio, que también ayuda a que la luz natural llegue a la zona de vestidor y estudio, aunque esta vez tamizada con una pequeña cortina semi-translúcida (si os acordáis vimos una situación similar con un separador de cristal y tul aquí).
Una vivienda que muestra una delicada decoración con tonos suaves y materiales naturales, que contrastan con el frío hierro industrial del elemento separador, pero que ha conseguido integrarlos y crear una armonía perfecta entre ambos, ¿no os parece?
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