Las cabinas de hidromasajes más comunes son columnas de varios chorros de agua que pueden orientarse según nuestra altura o preferencias y que pueden elegir la temperatura del agua, la presión y, muchas veces, poseen también varias opciones donde elegir entre los modos en los que puede salir el chorro del agua: aspersor, presión, etc.
Una buena versión para los que no tengan mucho problema en cuanto a lo que espacio se refiere son estas cabinas de hidromasaje básicas, pero con banco o asiento en su interior, que normalmente poseen más de una zona de hidromasaje, perfecto para una verdadera ducha relajante de lujo.
Beneficios de las cabinas de hidromasaje
Es de sobra conocido que este tipo de cabinas de ducha e hidromasaje tienen múltiples beneficios para la salud. El calor abre los poros y junto con los chorros de agua, eliminan toxinas. Además, el agua a presión, precisamente, también es buena para eliminar la celulitis. Por no hablar, claro está de la disminución del estrés. Nuestro gran mal de hoy en día.Es común que casi todos los modelos de cabina de sauna e hidromasaje tengan la opción de expulsar vapor, lo que es algo menos común son los infrarrojos, que también se incluyen en este tipo de cabinas de hidromasaje, aunque ascendiendo un poco de precio.
Este tipo de sauna ayuda a la regeneración de las células, ya que elimina las muertas. Mejora la circulación de la sangre y controla el ritmo cardiaco en un 30%, y es que es así como el calor controlado ayuda a incrementar el oxígeno en sangre.
El último pasito más allá en este tipo de columnas de hidromasaje, o cabinas de vapor e infrarrojos es el que nos lleva a la cabina que combina la sauna finlandesa con la ducha de hidromasaje.
El vapor, la relajación
Como hemos venido diciendo a lo largo de este texto, el bienestar es indispensable para poder vivir día a día con menos problemas tanto físicos como psicológicos. El vapor ayuda en buena medida a ello y, en este tipo de cabinas de hidrosauna, incluso se puede elegir la regulación y la esencia que desprenden, la más frecuente es el eucalipto, ya que nos ayuda a la descongestión y, por tanto, a la tan ansiada relajación. Es tras el vapor, cuando es recomendable darse una ducha, pues eliminaremos las pieles y células muertas. Para ello, nos ayudaremos con un guante exfoliante y, así, saldremos como nuevos de nuestra ducha de hidromasaje.Así que, si te apetece relajarte con una buena sauna o ducha de hidromasaje al acabar un día duro de trabajo o disfrutar de unos increíbles rituales de bienestar cuyos beneficios no tardarás en notar, las cabinas de ducha e hidromasaje son tu mejor opción.