En la Edad Media, los doseles solían cubrir las camas de la gente de clase alta, resguardándose del frío y de las miradas indiscretas de las clases bajas. Hoy por hoy este tipo de piezas nos inspiran belleza y romanticismo, aparte de darle a la estancia un plus lujoso. Los materiales más usados son la madera natural, la maciza o los metales, aunque su elección va a depender del estilo y diseño que vaya a llevar el dormitorio. Yo personalmente adoro el estilo vintage rústico y este tipo de camas aportan un toque soñador ideal. Si buscas un dormitorio con un diseño moderno y lineal, una cama de líneas rectas y formas simples es lo mejor para llenar el espacio, sin perder ese carácter romántico con la madera como material principal y creando un espacio lleno de naturalizad y calidez al modernismo de la estancia.
Cuanto mayor sea el tamaño de la cama, más alejados deben estar el resto de muebles, dejando espacio suficiente para que esta pieza de lujo despliegue todo su efecto y esplendor. Las cortinas son los elementos que favorecen el confort y la intimidad propios de las camas con dosel, por lo que los materiales con los que las están hechas tienen una gran influencia. Se suelen utilizar colores claros y materiales delicados y ligeros, aportando un extra de suavidad y romanticismo.
En definitiva, una original forma de cambiar el estilo de una habitación sin tener que hacer una excesiva inversión en la decoración. ¿No os parecen un sueño?
¡Feliz día a todos!
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