Capítulo 2.

La velada transcurrió de lo más agradable posible, y es que hacía tanto tiempo que no se reunían… que todas se alegraron muchísimo de volverse a encontrar.

Candela trató de que la noche resultara perfecta y con lo que ella disfrutaba haciendo cositas especiales, preparó un divertido juego con fotos, fichas y preguntas para la ocasión. Imaginaros el ambiente, 5 amigas, una cena ambientada en Estambul a la que no le faltaba detalle, puesto que se había preocupado incluso de encontrar las fragancias perfectas para ambientar su hogar ¡¡ ayy.. Qué haría ella sin velha home!! sabiendo que en su web siempre encuentra el toque perfecto para cada momento!!, los álbumes de viajes de cada una y… el juego que había preparado repleto de recuerdos, bromas y alguna que otra picardía. Ahh …. y por supuesto, en la velada no podía faltar Chips, un hermoso perrito que desde el sofá contemplaba feliz cómo reían y se divertían las chicas.

Se encontraban tan a gusto, que ninguna de ellas veía el momento de volver a su casa, así que como si de un plumazo hubieran vuelto a su más tierna época de adolescencia, echaron las mantas al suelo, sacaron algunas sábanas y almohadas, se pusieron cómodas… y ¡¡disfrutaron de una improvisada fiesta de pijamas!!

A la mañana siguiente Chips ya no sabía qué hacer para  conseguir despertarlas, y es que el pobrecito estaba más que impaciente por su paseo matutino. Era Domingo y casi no habían dormido en toda la noche pero Candela se arregló rápidamente para poder sacar a su perrito a pasear y tomar su café de los domingos en la maravillosa Plaza de la Virgen de Valencia, que tanto le gustaba. Era un lugar al que le encantaba acudir los fines de semana acompañada de Chips, de un cuaderno y de un bolígrafo con los que escribía pequeños relatos mientras se relajaba disfrutando de un buen café y del agradable ambiente del lugar. Pero hoy, en lugar de ir acompañada de su inseparable cuaderno, estaba con sus amigas, con unas buenas ojeras de no haber pegado ojo en toda la noche, pero con una sonrisa de oreja a oreja puesto que se sentía muy feliz. «¿Cómo era posible que estando todas tan cerca pasaran tanto tiempo sin verse?»

«Ésto tenemos que repetirlo»-dijo Inés pareciendo haber leído los pensamientos de Candela.»sí, deberíamos hacerlo más a menudo», continuó Lucía «un día así te recarga las pilas para una buena temporada»



¡Chicas! se me está ocurriendo una idea ! -exclamó de repente Isabel, «hacía  demasiado que no nos juntábamos y ha pasado ya mucho tiempo desde nuestro último viaje juntas, sé que cada una tenemos nuestras vidas y es difícil poder reunirnos las 5 de nuevo»… por un momento Isabel quedó en silencio y, pensativa, continuó: «Llegué a España cuando apenas tenía 10 años y encontré en vosotras a 4 grandes amigas, pero desde entonces que no he vuelto nunca más a mi país, y ahora llevo algún tiempo deseando hacer un viaje a mi tierra puesto que no sé por qué pero siento algo de añoranza, quizás sea por la edad jeje… pero lo cierto es que me encantaría ir aunque a veces me asusta un poco por si todo ha cambiado tanto que ya ni lo reconozco!! pero, si vosotras vinierais conmigo para mí sería maravilloso y no me lo pensaría ni un segundo más en coger el avión  ¿Qué os parece?

Ups!! todas quedaron quietas, claro … una cosa era reunirse un fin de semana y otra muy distinta organizar un viaje a África y es que, aunque aún eran jóvenes ya cada una tenía su trabajo y obligaciones, y con lo difícil que había sido coincidir para una cena, a ver cómo se las apañaban para planificar un viaje de tantos días.

«A mí me haría muchísima ilusión conocer África, pero es que justo ahora que parece que empieza a despegar mi agencia me da un poco de apuro ausentarme tantos días» , comentó Candela con una voz que dejaba entrever sus dudas. «No tiene por qué ser ahora, podemos empezar a planearlo y cogernos una semanita para recordar viejos tiempos, ¡¡Hacedlo por mí chicas!!», argumentó Isabel poniendo su carita de lástima.

«¡¡Venga, ¿por qué no?!! África … uff … yo nunca la he visitado y me haría mucha ilusión», dijo Lucía con su característico entusiasmo.

«Bueno, pues veamos por dónde empezar, vayamos poniendo fechas y a ver cuándo podríamos coincidir todas; África… ¡¡Allá vamos!!»

De vuelta a casa Candela andaba pensativa, ¡la que había liado organizando la cena!, le hacía mucha ilusión ese viaje pero…¿cómo iba a organizarse? no quería dejar su trabajo ni un sólo día; pero, quizás ésta fuera una buena oportunidad para volver a hacer algo tan especial con sus amigas, puesto que cada día era más complicado poder reunirse todas juntas a la vez. «¡Ok, sí! voy a ir al viaje y disfrutar unos días con mis chicas», se dijo finalmente Candela para sí misma .