El chiringuito se viste de mediterráneo, de barco de pesca, de blanco y azul. Un ambiente creado para relajarse, disfrutar de la buena gastronomía y de las vistas increíbles del mar.
Al acercarnos, lo primero que llama la atención es la gran cubierta hecha con unos tensores que sostienen una malla perforada de color arena. Cubre prácticamente todo el espacio y al ser agujereada produce un interesante efecto de luz y sombras sobre el cemento pulido, material que reviste todo el suelo del restaurante.
Bajo esta cubierta, se han creado zonas para diferentes actividades. Al fondo, más alejados de la playa, nos encontramos con camas de estilo balinés. Su estructura de madera de tipo dosel, está pensada para la colocación de cortinas que, además de proteger del sol, dan mayor privacidad al cliente, como si se tratara de pequeños reservados al aire libre. Zona perfecta para tomar un zumo natural, cócteles, charlar con los amigos ó simplemente descansar y leer un buen libro.
En la parte frontal del restaurante, una espectacular composición de mesas y sillas de color blanco decoradas con cojines de color azul turquesa y sombrillas hechas de tronco de madera y fibras naturales invitan al cliente a disfrutar de una comida fresca, de temporada, con productos ibicencos perfectos para una día de playa.
El pequeño toque del azul de los cojines, mezclado con colores neutros transmite una sensación de paz y tranquilidad. Sobre las mesas, la decoración es mínima, una pequeña maceta de aluminio estilo ikea con un poco de ramas verdes y los típicos recipientes de sal / pimienta de toda la vida ocupan el centro de la mesa. La vajilla es sencilla de color blanco acompañada de cubiertos plateados y servilletas decoradas de papel.
Para los amantes del sol, se han creado zonas chillout a pie de playa. Aquí las protagonistas son las enormes y cómodas tumbonas, unas hechas a medida con madera pintada, colchones de colores neutros e imnumerables cojines, otras de diseño hechas en fibra natural al estilo Orbit de Richard Frinier del fabricante Dedon.
Los textiles, muebles y objetos de decoración como cuerdas, conchas, cestos de mimbre, redes, peces y barcos de madera nos recuerdan en todo momento la vida en el mar. Me resulta muy agradable contemplar los flotadores de barco de vidrio soplado de suaves colores envueltos en una red de cuerdas colgados de las sombrillas ó ver la composición hecha con unas pocas naranjas sobre las mesitas auxiliares de las camas balinesas ó bien apreciar el bodegón hecho sobre una pequeña estantería en la barra de los camareros.
Por otro lado, me parece muy apropiado para este tipo de espacios, la mezcla de muebles de diseño con muebles hechos a mano. Cabe destacar las mesitas de centro hechas con troncos de madera ó el barco que se transformó en un sillón.
Muchas veces pensamos que necesitamos objetos caros para componer y dar vida a un ambiente, pero al contrario, son los detalles bien combinados los que hacen la diferencia. Aportan calidez, alegría y sobre todo dan personalidad a tu espacio.
Referencia fotográfica: Ana Tramontin y http://www.atzaro.com