Por eso, a la hora de elegir la iluminación para nuestro dormitorio, debemos ser cuidadosos y tener en cuenta varios factores importantes. Para empezar, pensemos en el uso que le damos a esa habitación.
El dormitorio es un espacio íntimo y personal en el que dormimos y nos relajamos, por lo que todo en él ha de favorecer el descanso. ¡Y mucho más la iluminación! Como no se realizan actividades de trabajo muy minuciosas y que requieran de mucha luz, la iluminación del dormitorio ha de ser ambiental. Eso sí, también hay rincones en los que se requiere una luz diferente como en la zona de las mesillas, que es bastante habitual que usemos para leer, si es que nos gusta hacerlo en la cama, o en la zona de los armarios o vestidor.
En resumen, para dar luz a tu dormitorio de forma correcta necesitarás una iluminación general, por un lado, y una iluminación dirigida hacia un punto concreto por otro.
Iluminar el dormitorio de forma general
Un punto de luz sobre las mesillas
Puedes usar lámparas de sobremesa que aporten luz dirigida, con todas las posibilidades a la hora de elegir que te ofrecen. Imagina la cantidad de modelos que tienes disponibles. Una buena idea para las lámparas del dormitorio es elegir pantallas que suavicen la luz, como las de tela. Y mejor en tonos claros, ya que aumentan la calidez de la iluminación. El resultado es mucho más relajante.
Y otra opción, aunque quizás menos frecuente, es la de colgar dos lámparas de techo sobre las mesillas, con un cable largo, de forma que queden bajas y hagan las veces de lámparas de sobremesa. Es una alternativa muy decorativa, pero hay que contar con tener los puntos de luz del techo en los lugares adecuados. Aunque con planificación puede hacerse…
Iluminar la zona de armarios
En esta zona no solo buscamos y guardamos la ropa, sino que solemos cambiarnos allí, por lo que necesita una iluminación especial, lo suficientemente intensa como para ver con claridad los objetos que tenemos en el armario, y poder encontrar lo que buscamos rápidamente. También es necesario que la luz nos permita reconocer los colores sin problemas, y que no proyecte sombras sobre el espejo cuando nos miremos en él.
Para lograr todos estos objetivos lo mejor es combinar varias fuentes de luz, en lugar de optar por una solamente. Para la iluminación general de la zona es mejore poner dos lámparas de techo, y también podemos contar con puntos de luz en el interior de los armarios. Ahora existen luminarias que se instalan fácilmente y que funcionan con pilas, sin necesidad de enchufarlas a la red eléctrica.