Teníamos una mesa de cocina, con 2 taburetes de los antiguos propietarios.
Al pintar la cocina de blanco, ya no nos gustaba cómo quedaba, así que... a
tunear, se ha dicho!
Cortamos el tablero de la mesa antigua por la mitad, la lijamos bien, capa de
imprimación y tablero blanco.
Las patas negras, las encontramos en Bauhaus, se extendían y la pusimos bien
alta.
En la pared, colocamos una barra de hierro para que el tablero reposara en ella.
Los taburetes, los encontramos en Leroy Merlin, se suben y bajan según la altura
que se necesite.
Y el lateral de la estantería, la pinté con pintura de pizarra.
Queda bastante mas acorde con el estilo de la cocina.
Y lo más importante: reciclando y low-cost.