La caldera de esta cocina estaba a punto de “morir” y fue determinante en el cambio radical que vas a ver: tener que cambiar de caldera atmosférica a estanca suponía hacer agujeros, picar azulejos y mover el frente de la cocina, por lo que los dueños se decidieron, muy a su pesar, -ya que los muebles de IKEA estaban en perfecto estado- a renovar totalmente esta cocina y hacerla más práctica y funcional.
No se aprecia muy bien en las fotos (las hice con móvil), pero la cocina antigua carecía de espacio de almacenamiento, los azulejos originales (40 años) habían sido pintados en un color beige y se había colocado sobre el suelo original un suelo laminado que no es precisamente lo más apropiado para una cocina, puesto que los laminados no soportan del todo bien el agua…
Fotos del antes:
Las funcionalidades ya estaban muy condicionadas por tema de salida de humos y de la gran ventana doble, así que lo quería la propietaria (tener encimera justo delante de esa ventana para trabajar con luz natural) fue imposible. A pesar de esto, la cocina ganó muchísimo con estos cambios:
1) Se colocó una campana extraíble que permite aprovechar el hueco de encima como armario y hacer dos armarios adicionales. Aquí primó lo práctico sobre lo bonito, qué duda cabe que una campana al aire es mucho más vistosa…
2) Se hizo que los armarios llegaran hasta el techo con remate de escayola moderna, que evita huecos innecesarios que sólo acumulan polvo.
3) El nuevo combi mide 70 cm en vez de los típicos 60 cm de ancho. Es una diferencia que se nota un montón en cuanto a capacidad; ¡si hay espacio suficiente merece la pena gastarse un poco más!
Combi de 70 cm de ancho
4) Aparte de optar por muebles en color blanco y acabado brillante, que hacen que la luz se refleje y dé sensación de amplitud, se pusieron tiradores integrados (“uñeros”), que ópticamente también despejan los espacios. La mesa es extensible de IKEA, así como las sillas, cómodas pero apilables.
Hasta aquí todo normal, pero es que además:
-Truco mágico número uno: Se pasó la lavadora a la habitación contigua, que es la del tendal, cuarto de plancha, despensa… (un poco de todo). De esa manera se consiguió hueco suficiente para tener cajonera/gaveta, poder colocar el fregadero en mitad de la encimera y no arrinconado contra una pared y se pudo hacer más accesible el primer armario bajo a la izquierda junto a la viga de la salida de humos.
-Truco mágico número dos: se le dio menos importancia a la placa de inducción ya que se cocina mucho más con el robot Thermomix, por lo que, en vez de ocupar toda la encimera izquierda con una placa de 60, se colocó una flexible (de las que cogen la forma de la cazuela) pero con 30 cm de ancho.
Placa flexible – sólo 30 cm de ancho
Detalles:
Algo de color y una receta para no olvidar
Si os estáis preguntando qué pasó con la cocina “vieja”, se desmontó con mucho cuidado y la aprovecharon unos amigos. Los dos armarios que quedaron se han colgado de una pared en el garaje. Se ha aprovechado prácticamente todo, y lo demás… ¡siempre al punto limpio!
¡Espero que os haya resultado útil!
Hasta pronto,
Laura