Es una cocina estrecha y alargada, pero tiene la ventaja de que de esta forma divide la zona de trabajo de la de almacenamiento sin obstáculo alguno. La pared continua se ha aprovechado para instalar todo un frente de armarios de líneas rectas, lacados en blanco. Frente a ella, la zona de trabajo destaca por la pared de ladrillos recuperados y por la claraboya de la que recibe luz natural. La viga de madera que se ha usado como estante, las escaleras de piedra de arenisca desgastada y el suelo viejo del salón contrastan con el acabado moderno de esta cocina. La unión de materiales utilizados realzan un espacio entre rústico y moderno.
Alexander & Co, publicado con permiso de Desire to inspire