Desde hace unos años, las cocinas se han convertido en el auténtico corazón del hogar, una estancia más social, versátil y familiar, un espacio en el que compartir y disfrutar de buenos momentos junto a la familia y amigos.
Las últimas tendencias en proyectos de cocina presentan espacios abiertos al salón y comedor, una alternativa que permite diseñar estancias diáfanas, más amplias y luminosas.
Este nuevo tipo de distribución de las zonas comunes obliga a replantearse el diseño del espacio, la elección del mobiliario y los electrodomésticos para crear superficies estéticamente integradas, de forma que todos los elementos, tanto los que corresponden a la zona de la cocina, como a los del estar o el comedor formen un conjunto armónico, bien equilibrado.
Para conseguirlo el uso de materiales o tonalidades coordinadas en los distintos ambientes distribuidos en una misma superficie será fundamental. Utilizar un mismo pavimento para todo el espacio permitirá crear sensación de continuidad visual, por lo que será necesario elegir un tipo de suelo apto para su instalación tanto en zonas de tránsito regular, como el salón o el comedor y para la cocina, una estancia que requiere de unos materiales específicos, cuyas características soporten las condiciones especiales de humedad y condensación que en ella se generan.
Las cocinas integradas al salón y comedor presentan soluciones sorprendentes entre las que destaca, en la mayoría de casos, la instalación de una isla de cocina o península, una superficie extra para cocinar, hacer las comidas de diario, trabajar o ayudar a los más pequeños de la casa a hacer los deberes.
El diseño de las nuevas cocinas del siglo XXI se muestran más respetuosas con el medio ambiente; el uso de materiales sostenibles y ecológicos para la fabricación del mobiliario y la instalación de electrodomésticos con etiqueta de eficiencia energética A+++, permiten reducir el consumo de luz y agua, para conseguir un importante ahorro anual muy significativo, además de contribuir en el consumo responsable de los recursos naturales que nos proporciona el planeta. Aunque la inversión inicial puede ser considerable, tal y como podemos descubrir en este estudio comparativo sobre electrodomésticos de distintas gamas, las ventajas son más que favorables, tanto para el medio ambiente como en la factura mensual de los suministros del hogar.
Conseguir que los materiales utilizados para la fabricación del mobiliario de la cocina tenga un bajo impacto en el medio ambiente durante todo su ciclo de vida, se convierte en un objetivo a perseguir. Los certificados de cadena de custodia de la madera, el uso de tableros con bajas emisiones de formaldehído y su reciclaje o la utilización de pinturas al agua son aspectos fundamentales para diseñar cocinas integradas y ecológicas.
Aplicar la regla de las 3 erres de la ecología, reducir, reutilizar y reciclar nos ayudará a crear espacios más saludables y así cuidar el medio ambiente y disminuir la producción de residuos, una seria amenaza para nuestro entorno y salud.
Créditos imágenes: Foto 1 y 3 Bulthaup, foto 2 Snaidero