Como interiorista, gran parte de mi trabajo es de orientación y motivación, en el que las habilidades sociales y el "saber escuchar" tienen un gran protagonismo.
Y es que hay un miedo natural a mezclar colores, y yo, que soy una enamorada del blanco y de los neutros, les digo: "Atreveros, ya veréis que cambio" Eso sí, en ese cambio no están solos.
Las claves se han dado en varios blogs de facilisimo: la regla del 60/30/10, pero hay otras.
Una sería: "céntrate en un punto", una pared, una tela, una butaca que destaque del resto y matiza con neutros el resto. Otra sería: anímate con el color en pintura o textiles fáciles y económicos de renovar, de hecho me gustan mucho esos colores que ahora muchos editores de pinturas tienen que "cambian de tono" o matices según la iluminación y eso hace que según la estación son más verdes o más grises. Y una tercera clave es: fondos neutros (pared, suelo, techo, muebles voluminosos como armarios, mesas, etc) y añade el color, textura y matices en el textil.
Os muestro un dormitorio con pared, armarios (muchos) y visillo de estor en tono piedra claro, pero claro nunca diríais que es un dormitorio aburrido. Esa butaca, los cojines, las pantallas de las lámparas... Son los llamados colores joya (ámbar, oro, rubí, esmeralda, zafiro, perla) colores potentes y brillantes que quedan genial para levantar una decoración.
Espero que os guste. Noelia Villalba.
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