El blanco, el beige, toda la gama de los tierra, el gris… Los colores neutros resultan esenciales a la hora de crear el interiorismo de un espacio. Usarlos en exclusividad te ayuda a lograr ambientes serenos y también elegantes. Aquí tienes todas las claves para decorar en tonos neutros cualquier habitación de tu casa.
Todos sabemos la importancia que tienen los colores a la hora de crear el interiorismo para nuestra casa. Los colores lo dicen todo. Transmiten sensaciones y hasta pueden modificar nuestro estado de ánimo.
Por eso es tan importante elegir con acierto la paleta de colores que van a vestir nuestra casa. Y ahí sobreviene el dilema: ¿Qué tonalidades elijo para las paredes, los muebles y los textiles?
Pues bien, hoy te proponemos decorar en tonos neutros, una tendencia que parecía haber quedado relegada al olvido por sosa y aburrida. Nada más lejos de la realidad. Este tipo de tonalidades son elegantes y acogedoras y pueden cambiar (por completo y para bien) cualquier espacio. Te contamos cómo usarlas.
Decorar en tonos neutros no es aburrido
Hemos hablado en diferentes ocasiones de la importancia que tiene el color en la decoración. Es una herramienta poderosísima, un recurso infalible para renovar cualquier estancia, para aportarle personalidad y carácter. Por eso, elegir los colores con acierto es una de las tareas a las que debemos dedicarle más tiempo y atención si estamos decorando nuestra casa.
En este sentido, decorar en tonos neutros nos ayuda muchísimo a conseguir ambientes elegantes. La decoración en estos colores no te cansará. Te seguirá gustando por mucho tiempo que pase. Para mí, esta es una de sus mayores virtudes, aunque tiene otras que te vamos a contar a continuación.
Rodéate de buenas vibraciones
Una de las cosas que más me gustan de los ambientes decorados con colores neutros, es que transmiten buena onda. Suelen ser espacios serenos, relajantes, en los que es fácil sentirse a gusto. Y eso tiene un valor que hay que reconocer.
Puede que ese salón con una pared de color caldero que has visto en esa revista de decoración te haya robado el corazón. Pero, piénsalo, ¿estás preparada para verlo todos los días en tu casa? ¿Durante cuánto tiempo?
Con esto, no quiero decir que haya que tenerle miedo al color. En algunas ocasiones merece la pena ser audaz y decidirse por colores intensos, alegres y vivos para animar nuestros espacios. Pero también es importante (más bien necesario) ser moderado y actuar con mesura en lo que al color se refiere.
Fíate de los nórdicos
Por otro lado, decorar con colores neutros es un fin en sí mismo. No es la alternativa moderada a usar el color, es una bonita forma de crear el interiorismo de una habitación. A mí, al menos, me lo parece.
El gris y el blanco, colores neutros por excelencia, tienen un innegable protagonismo en las casas decoradas al estilo nórdico. Y no es raro que tenga tantos seguidores. Estos ambientes son luminosos, serenos y apuestan por el confort. Huyen de lo abigarrado, de los colores estridentes y de lo complejo, y no por ello resultan menos personales ni más aburridos.
Elegir decorar con colores neutros puede suponer toda una declaración de intenciones. Una apuesta por lo natural, por lo sencillo y lo auténtico, que no tiene por qué hacer concesiones a lo anodino.
El gris, sin ir más lejos, es un color neutro que derrocha una gran personalidad. De hecho, cualquier ambiente tocado por el gris gana en glamour y elegancia. ¡Es inevitable! El gris es uno de mis colores favoritos para decorar un salón, por ejemplo. Además, es muy sencillo de combinar con otros colores como el rosa, el mostaza o el verde que es tendencia en 2017, según Pantone.
En cuanto al blanco (¡qué decir del blanco!), es un recurso infalible que te ayuda a multiplicar la luminosidad. Por eso los nórdicos lo aman con locura. Puede resultar un tanto básico y frío, pero eso se soluciona añadiendo algunos colores que lo hagan más cálido. La madera también es una opción para caldear ambientes muy blancos.
Pinceladas de color
Una de las cosas que me gustan de decorar en tonos neutros es la gran versatilidad que te ofrecen. Estos colores pueden ser claros u oscuros, y jugar con ellos te ayudará a crear contrastes con mucha personalidad.
Además, combinan bien entre sí y crean ambientes muy acogedores. Comenzar con una base neutra es un buen punto de partida. Elige un color para las paredes y ve añadiendo elementos sin salirte de los neutros. Añade y mezcla unos tonos con otros. Y, si después de todo crees que es necesario, siempre puedes poner uno o varios toques de color más intenso en algunos accesorios o textiles. ¡Genial!
¿Y tú? ¿Eres de decorar en tonos neutros? ¿O prefieres los golpes de color intenso?
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.