El verano es una estación genial, eso nadie lo duda. Los días son largos y las temperaturas cálidas nos permiten disfrutar del exterior, de la playa o la piscina. Las noches son muy agradables y se prestan a que las disfrutemos a tope. En definitiva, que me encanta el verano. Eso sí, no todo son ventajas. Si no dispones de un buen sistema de climatización quizás el verano no sea tan genial.
Puede que no exista la perfección. Puede que todo tenga su parte negativa y, en lo que concierne al verano, se me ocurre una que es bastante desagradable de asumir: las altas temperaturas (pero altas de verdad).
Todo depende del lugar en el que vivas. Hay zonas mucho más calurosas que otras, pero si resides en una región en el que el verano sacude a lo grande (Córdoba podría ser el ejemplo perfecto) seguramente ya dispones de un aparato de aire acondicionado (en estos casos se convierten en un artículo de primera necesidad).
Pero si no es así, si por alguna circunstancia no tienes ningún sistema de climatización en casa, es el momento de hacerte con uno porque dentro de poco tiempo puede que lo necesites… y mucho. Además, es mejor comprarlo ahora que más adelante, cuando tendrás menos opciones para elegir y serán más caras (cosas de la ley de la oferta y la demanda).
Elegir el sistema de climatización que mejor te va
Para elegir entre la amplia oferta que existe en cuanto a climatización has de tener en cuenta cuáles son tus necesidades. No existe un sistema perfecto, sino que aquel que elijas ha de ser perfecto para ti.
Para empezar, lo primero que has de preguntarte es si necesitas tener aire acondicionado en toda la casa o solo en una habitación. Este dato debe ser lo primero que vaya acotando tu decisión.
Además, si instalas un sistema de climatización eléctrico, puedes hacer que se conecte cuando tú quieras aunque estés fuera. Así cuando llegues te encontrarás un ambiente fresco y agradable. Es una de las soluciones prácticas que ofrece la domótica para tu casa.
Para toda la casa
Existen dos formas de climatizar la casa de forma completa. La primera consiste en un sistema de conductos ocultos. Para decidirse por esta primera opción de climatización, tu casa ha de contar con la preinstalación de conductos necesaria. Si es así, solo tendrías que instalar el equipo adecuado. Eso sí, se requiere de un profesional que instale el aparato.
El sistema de climatización por conductos tiene varias ventajas. Para empezar es el más decorativo, desde un punto de vista estético, ya que queda oculto y no se ve ningún aparato. Eso es siempre algo positivo, igual que lo es en invierno poder camuflar un radiador.
En este caso el equipo va escondido en un falso techo. El aire frío se distribuye por la red de conductos que llega a todas las habitaciones (en las que hay una rejilla por la que sale el aire frío).
Otras ventajas de este sistema de climatización es que resulta muy silencioso (lo que es muy adecuado en los dormitorios, por ejemplo). Además, la mayoría de los sistemas incorpora una bomba de calor para que puedas utilizarlo también en invierno, como modo de calefacción y así ahorrar en el consumo del gas.
La segunda alternativa para climatizar toda la casa es el sistema multisplit que se compone de una unidad exterior y de una o varias unidades interiores que funcionan de forma independiente. La unidad exterior es capaz de alimentar de dos a cuatro unidades interiores colocadas en distintas habitaciones. Eso sí, hemos de contar con el permiso preceptivo para poder instalar esta unidad exterior en la fachada del edificio.
Si vas a decidirte por un sistema multisplit elígelo con tecnología Inverter, ya que son los más eficientes y pueden ahorrar hasta un 70% con respecto a los sistemas que no disponen de esta tecnología. A la larga lo agradecerás y mucho.
Solo para una habitación
Hay ocasiones en las que necesitamos climatizar solo una habitación y entonces necesitamos un sistema diferente. Existen tres opciones que pueden ser adecuadas en función de nuestras circunstancias. Todo depende de si puedes o quieres hacer obras de instalación, de si se trata de tu casa o de una vivienda alquilada, o de si es tu residencia habitual o una casa de poco uso, de vacaciones por ejemplo. Te cuento.
En primer lugar están los splits, como el sistema que te contaba antes, pero con una sola unidad interior (y una exterior, claro). Necesitan instalación (aunque nada complicado) y tienes que asegurarte de que no hay ningún problema por instalar la unidad exterior en la fachada. La unidad interior se coloca en la parte alta de la pared.
Después están los sistemas de aire acondicionado portátiles, muy prácticos si la casa no es tuya o si necesitas trasladar el aparato de una habitación a otra. No necesitan instalación, lo que es una de sus ventajas.
Y, por último, estás los climatizadores evaporativos, que son esos aparatos que emiten vapor frío. Su mayor ventaja es que tienen un consumo mínimo, lo que hace que tu factura de la luz no se dispare. Para que funcionen no tienes más que llenar el depósito de hielo o agua fría y el aparato comenzará a soltar vapor frío.
Aunque están especialmente recomendados para zonas de exterior, porches y terrazas, también hay climatizadores evaporativos para interior.
¿Y tú? ¿Sabes ya qué sistema es el que mejor te va?
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