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Materiales:
Vinagre blanco
Sal
Agua
Limón
Ketchup
Bicarbonato de sodio
Harina
Ácido muriático
Productos para limpiar el cobre
El cobre se puede limpiar con muchos ingredientes distintos, sin embargo siempre hay que hacer una comprobación previa. En ocasiones el cobre lleva una capa protectora que protege su superficie. Para saber si es así, solo tienes que pasar un algodón mojado en vinagre y bicarbonato. Si el algodón retira la suciedad fácilmente entonces esa pieza de bronce está barnizada. Esto quiere decir que no hay problema en utilizar productos agresivos. Sin embargo, si comprobamos que no tienen una capa protectora, tendremos que tener cuidado y usar soluciones no abrasivas.
De cualquier modo, hay muchos ingredientes que podemos encontrar en la cocina y que nos ayudarán a que el cobre quede impecable.
Limpiar cobre con vinagre y sal
Este método es muy sencillo y no necesita nada que no usemos a diario al preparar la comida. Simplemente necesitamos vinagre blanco y sal. Además, al no ser un método agresivo sirve para objetos lacados y sin lacar. En primer lugar, mezcla en una taza vinagre con una cucharada de sal. Humedece un trapo limpio y pásalo por toda la superficie del objeto de cobre que queremos limpiar. Después, enjuaga la pieza y sécala bien. Verás que con este procedimiento tan simple el cobre queda como nuevo.
En caso de que se trate de una pieza pequeña, también se puede limpiar de otra manera. Prepara en una cazuela una mezcla de 3 vasos de agua, una taza de vinagre y una cucharada de sal. Introduce el objeto de cobre y lleva el agua a ebullición. Pasados unos minutos retiramos el cazo del fuego y esperamos a que se enfríe. A continuación, lavamos el cobre con agua y jabón y lo secamos con un trapo limpio.
Limpiar cobre con ketchup
Como hemos visto en la limpieza de diferentes metales, esta salsa de tomate siempre es un buen aliado. Además, aunque sea un poco engorroso, el resultado es muy bueno. Solo tienes que untar el cobre con una pequeña capa de ketchup. Con un trapo limpio, frota toda la superficie suavemente. Una vez hayas terminado, lava el objeto para eliminar cualquier resto del tomate. Y seca con un paño suave para darle brillo.
Limpiar cobre con limón y sal
El limón con sal es una solución muy efectiva para limpiar objetos de cobre que no tengan capa protectora. La manera más rápida de llevar a cabo esta limpieza es aplicando directamente el limón.
Para eso corta una rodaja de limón y añade sal en el lado con el que vayamos a frotar el cobre. Pásalo por toda la superficie para humedecerla y que la sal ayude a quitar los restos de suciedad. Después enjuaga el objeto que estés limpiando.
Si quieres añadir un brillo extra también puedes incluir otro ingrediente. Haz una pasta con limón, sal y harina con la que embadurnaremos el objeto. Luego lávalo a conciencia y pasa un trapo seco. Verás que la superficie queda brillante y pulida.
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Limpiar cobre con bicarbonato sódico
El bicarbonato de sodio es muy efectivo a la hora de limpiar monedas de cobre, así como cualquier objeto de este metal. Se puede aplicar directamente con ayuda de un trapo limpio. Frota la superficie en movimientos circulares para conseguir un acabado pulido.
También se puede mezclar con limón cuando queramos limpiar cobre natural o incluso con agua. En este caso hay que añadir una cucharada por cada litro de agua. Verter la mezcla en un cazo y llevarlo a ebullición con el objeto a limpiar dentro. Pasada una media hora se lo enjuagamos y secamos con cuidado. Sin embargo, hay que saber que este método elimina la capa lacada de la superficie y deja el cobre al natural.
Limpiar cobre muy sucio
Cuando la pieza de cobre que queramos limpiar esté muy sucia habrá que elegir las soluciones más efectivas. Así ahorraremos tiempo y esfuerzos consiguiendo una limpieza óptima en menos tiempo.
Con sal y limón
Para eliminar suciedad pegada en la superficie de un objeto de cobre puedes usar limón y sal. Corta un pedazo de limón y echa sal en la pulpa. Usa el lado del limón que tenga la sal para frotar la superficie. La sal ayudará a que los restos se despeguen fácilmente y el limón a que la pieza recupere su brillo.
Cuando hayas terminado y el aspecto sea el correcto, retira los restos de limón. Para eso usa un paño seco y limpio, puedes frotar de nuevo para conseguir que quede más brillante.
Con bicarbonato de sodio
Este método funciona de maravilla con objetos pequeños muy sucios que se puedan introducir en una cazuela. Por lo que no es apto para piezas muy grandes, en ese caso utiliza cualquiera de los otros métodos de limpieza. Además, solo es efectivo para superficies de cobre que no tengan barniz protector. Antes de usar esta solución haz la prueba del algodón.
Para prepararlo llena una olla con agua y añade una cucharada de bicarbonato por cada litro. Mete dentro los objetos que quieras limpiar y deja que hiervan durante media hora mínimo. Cuando veas que tienen un aspecto limpio, retira la cazuela del fuego y espera a que pierda calor. A continuación, lava las piezas con agua limpia y sécalas con un trapo suave. También puedes usar este sistema para la limpieza de plata.
Con ketchup
Para limpiar superficies de cobre que se encuentren muy sucias puedes usar esta salsa de tomate. Se puede aplicar a todo el objeto o a zonas en particular que estén en peor estado. En el segundo caso, es recomendable aplicar una capa fina a todo antes de terminar para tener un acabado uniforme.
Echa un poco de ketchup en la pieza de cobre y con un trapo frota haciendo movimientos circulares. Cuando hayas terminado, enjuaga el objeto y sécalo bien con otro paño limpio.
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Limpiar cobre verde
Debido a la suciedad, la humedad o los restos de otros productos, el cobre puede teñirse de verde. Las manchas de este color es una corrosión, similar al óxido, que puede acabar con la superficie del metal. Es muy importante limpiar estas manchas antes de que el problema vaya a más y estropee del todo el objeto.
Con harina, bicarbonato, sal y limón
Prepara una solución en un recipiente con bicarbonato sódico, harina y sal, cuando sea homogénea añade el zumo de un limón. Muévela para los ingredientes se mezclen bien y aplícala sobre el cobre. Para ello usa un paño suave humedecido con el contenido del recipiente. Insiste en las zonas que se encuentren más estropeadas para eliminar los restos verdes. Después, lava la pieza de cobre con agua tibia y asegúrate de eliminar cualquier resto de humedad.
Con ácido muriático
El ácido muriático es un producto químico corrosivo, antes de manipularlo protege tus manos con unos guantes de latex. Aunque precisamente por lo agresivo de su acción es muy adecuado para acabar con el verdín del cobre.
Coge un cepillo de dientes viejo que no uses y vierte un poco de este producto químico sobre las cerdas. Usa el cepillo para frotar el objeto de cobre con movimientos circulares haciendo hincapié en las zonas más deterioradas. Una vez hayas repasado toda la superficie deja que la pieza repose durante media hora al aire libre. Pasado este tiempo, lava el objeto con agua tibia y sécala bien.
Limpiar cobre oxidado
Como hemos comentado, el cobre pierde el brillo rápidamente al estar en contacto con el aire. Por eso es muy habitual ver piezas de este metal cuya superficie se ha vuelto marrón mate. Ése color es que le proporciona el óxido. Por suerte es relativamente fácil de limpiar. Aunque nos llevará un tiempo, estos métodos de limpieza devuelven el brillo original a los objetos de cobre y acaban totalmente con el óxido.
Con vinagre, sal y harina
En primer lugar puedes preparar una pasta a base de vinagre, sal y harina y cubre toda la superficie. Deja que actúe durante 15 minutos sin tocar la pieza. Después, con un cepillo de dientes que ya no utilices, frota toda la superficie. A continuación, enjuaga para eliminar cualquier resto de la mezcla y seca con un trapo limpio.
Con limón y sal
Restriega un limón untado en sal por toda la superficie a tratar. Con ayuda de un trapo haz movimientos circulares para usar la sal como abrasivo y acabar así con el óxido. Si hay zonas más complicadas, usa un cepillo de dientes para limpiar filigranas o trozos de difícil acceso. Después aclara bien el objeto con agua tibia y no dejes ningún resto de humedad.
Con sal y vinagre
En el caso de que queramos quitar el óxido de objetos de cobre pequeños, también podemos usar esta alternativa. Llena una cazuela de agua, añade dos cucharadas de sal, una taza de vinagre y la pieza que queramos limpiar. Deja que hierva durante 20 minutos y luego remueve y enjuaga con agua fría. Con ayuda de un cepillo dental frota las zonas donde aún queden restos de óxido. Enjuaga de nuevo y pule la superficie con un trapo limpio.
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Limpiar cobre quemado
A pesar de que las ollas de cobre ya no son tan habituales en las cocinas actualmente, se han usado mucho. Por eso no es raro ver utensilios de cocina hechos de este metal y con zonas quemadas. Puede parecer que estos objetos no tienen solución, pero se pueden quitar los restos quemados del cobre de una manera muy sencilla.
Prepara una taza de vinagre con una cucharada de sal gorda y humedece un trapo en la solución. Usa este paño para ir frotando poco a poco las zonas quemadas. Puede costar al principio pero siendo perseverante verás que las manchan saltan sin problema. Puedes frotar con esta mezcla las veces que creas necesarias.
Una vez hayamos eliminado las manchas, hay que lavar el objeto con agua tibia para quitar cualquier residuo del vinagre o la sal. Y continuación, secar toda la superficie con esmero.
Limpiar cobre antiguo
Aunque hemos visto ya distintos métodos para limpiar el cobre, cuando el objeto de este metal sea muy antiguo debemos prestar atención. Ya que por el paso del tiempo lo normal es que el material se encuentre deteriorado. Así que hay que aplicar unas soluciones especiales para asegurar su limpieza y conservación.
Con bicarbonato de sodio y limón
En este caso, prepara una pasta con 2 cucharadas de bicarbonato sódico y zumo de limón. Cuando tenga la consistencia apropiada, aplicala sobre la superficie de cobre. Usa un trapo para distribuir la mezcla por todo el objeto haciendo movimientos circulares. Esta opción también muy eficaz para la limpiar oro en casa.
En caso de que la pieza en cuestión esté muy sucia, puedes dejar reposar la pasta durante 15 minutos. Luego enjuaga el objeto con agua tibia para quitar cualquier resto de la pasta. Y con una toalla asegúrate de que no hay restos de agua y pásala por la superficie para pulirla.
Con harina, sal y vinagre
Esta solución es similar a la anterior, aunque la pasta tiene una consistencia bastante diferente. En este caso mezcla la misma cantidad de harina que de sal y ve añadiendo vinagre blanco hasta que se forme una especie de crema. Con un trapo limpio ve frotando la totalidad de superficie y deja que actúe durante 20 minutos.
Cuando haya pasado el tiempo, lava bien el objeto con agua templada y sécalo con mucho cuidado. Si quieres sacarle brillo puedes pulirlo a continuación con otro paño seco.
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