A nadie se le escapa que los metales ayudan a realzar la decoración de diversas estancias de la casa. Sin embargo los metales son materiales que al entrar en contacto con el oxígeno presente en el aire, pueden cambiar de color dando una imagen de desgaste. Es por ello que es esencial el mantenerlos limpios en todo momento y que puedan lucir en todo su esplendor.
El cobre es un metal que hay que cuidarlo mucho ya que de lo contrario se vuelve feo y no luce nada. Por su parte, tanto la plata como el latón cogen suciedad muy pronto, volviéndose muy oscuros. En el siguiente artículo te vamos a dar una serie de consejos que te ayudarán a tener los metales de tu casa en perfecto estado.
El metal debe ser auténtico
Lo primero es cerciorarse de que el metal que tienes en casa es de verdad y auténtico. Tanto la plata como el cobre van a exigir un mantenimiento y cuidado a diario para evitar que se estropeen. Si no se limpia, es normal que con el paso del tiempo comiencen a aparecer manchas que son difíciles de quitar.Sin embargo hay muchas familias que creen tener elementos de metal auténtico cuando ello no ocurre. A pesar de la limpieza, el metal falso dura mucho menos y no luce como un objeto de plata, de latón o de cobre de verdad.
Consejos para limpiar toda clase de metales
A la hora de limpiar cualquier tipo de metal que tengas en casa, es bueno que sigas una serie de recomendaciones que te ayudarán a tenerlos en buen estado:La mezcla de agua tibia con jabón es perfecta para limpiar los metales. Usa una esponja y después seca con la ayuda de un trapo limpio de microfibras.
El vinagre es un producto que ayuda a quitar la suciedad y a dejar los metales perfectamente limpios.
La mezcla del limón con la sal también te ayudará a tener limpio cualquier tipo de metal.
En el caso de la que la suciedad sea importante y difícil de eliminar, puedes optar por diferentes productos específicos para metales.
Limpiar el cobre
El cobre es un tipo de metal que permite que la decoración de una determinada estancia brille y luzca más de la cuenta. La calidez del cobre es ideal a la hora de combinarla con superficies más frías. El cobre se suele usar principalmente en la cocina, ya sea en ollas o en utensilios como cucharas o tenedores. Para que el cobre brille, se debe limpiar de una manera regular y habitual.Lo mejor para conseguir ese tono brillante es limpiar los diferentes objetos de cobre con un poco de agua y jabón. En el caso de que haya mucha suciedad y empiecen a aparecer manchas más oscuras, puedes aplicar un poco de vinagre o de zumo de limón.
Limpiar el latón
Otros de los metales más usados en las casas es el latón. Dicha metal se suele encontrar en los grifos de la casa, en lámparas e incluso en jarrones. En el caso de la grifería es bastante normal que el latón se termine oxidando, formando una capa corrosiva. Es por ello que es esencial el limpiar toda la grifería de manera habitual y evitar las citadas manchas de óxido.Un remedio casero que funciona perfectamente a la hora de limpiar el latón va a consistir en elaborar una mezcla a base de agua, harina, vinagre y sal. Coge un cepillo y frota formando círculos. Pasado unos minutos debes aclarar con agua y secar con un paño de microfibras. Si las manchas no son muy pronunciadas e importantes, basta con frotar con agua y jabón para sacarle el mayor brillo posible.
Limpiar plata
La plata es otro de los metales presentes en muchos hogares ya que ayuda a realzar la decoración de la misma. Es importante el mantener la plata bien limpia por lo que puedes optar por productos específicos que venden en el mercado. Lo normal es mezcla estos productos con un poco de agua y conseguir que la plata reluzca al máximo.Limpiar acero inoxidable
El acero inoxidable es un metal bastante resistente que suele usarse en la cocina. El problema de dicho metal es que se ensucia con mucha facilidad y es fácil el dejar huellas por toda la superficie. Si se limpia de manera adecuada, ayuda a realzar la decoración de la estancia de la casa.Uno de los remedios caseros más eficaces va a consistir en mezclar agua caliente con un poco de detergente. Debes frotar bien toda la superficie y acto seguido secar con un trapo seco. Otra manera de limpiar el acero inoxidable consiste en elaborar una pasta a base de levadura y agua. Aplicar durante unos minutos aclarar con agua y terminar de secar con un trapo suave.