En ese sentido, lo mejor es siempre buscar ayuda profesional como Transportes Loor, para que se encarguen de absolutamente todo y tengas más tiempo para enfocarte en otras tareas.
¿Cómo organizar todo antes de una mudanza?
Planificación: Probablemente, al pensar en una mudanza, muchos creen que la manera adecuada y rápida es tomar todas las cosas de una vez y empacarlas en cajas sin ningún tipo de control. Sin embargo, aunque parece ser una opción, el problema sería después, al momento de llegar a la nueva vivienda. Por lo tanto, al planificar bien todo antes, el después tambien será positivo.
Resulta muy conveniente si se empacan las cosas de forma organizada, clasificando el contenido de cada caja por habitación y tipo de artículos, entre otros.
Una parte importante de la planificación según Transportes Loor es visualizar con un dibujo o plano, la distribución de la vivienda a la que se mudará. Es decir, saber dónde va cada habitación, la cocina, los baños, entre otros. De esta forma puede establecer de antemano la ubicación final de cada objeto y mueble y se hace la organización final mucho más fácil.
Hacer una lista con todo: Hacer un inventario de todas las pertenencias, incluyendo muebles, vajillas, artículos de baño y de uso personal ayudará a tener el control de la mudanza. Esto también ayuda a evitar que se pierdan las cosas al tenerlas mejor ubicadas. Por lo tanto, la lista facilitará el proceso de desempacado, y dará más tiempo, y el esfuerzo será menos al llegar a la nueva residencia. Lo más recomendable es clasificar las cosas según la utilidad, tipo de objeto y localización final en la que se colocará.
Organiza por tamaños: Algunos criterios para organizar sus pertenencias pueden ser por volumen o incluso por su valor. Por ejemplo, las joyas y documentos importantes pueden y deben llevarse constantemente encima para evitar posibles pérdidas. Los documentos y artículos de oficina, que suelen ser de poco volumen, pueden colocarse todos en unas pocas cajas que vayan juntas, igual que con los utensilios de cocina o de baño. Así, al llegar a la nueva casa, será más fácil y rápido ubicarlos en su estancia definitiva.
Eliminar lo que no es necesario: Esta es una magnífica oportunidad de revisar qué objetos tiene en casa que ya no utiliza. Al hacer un inventario detallado, podrá tener la oportunidad de revisar y elegir qué puede dejar y qué se lleva.
Al hacer una lista como se menciona en el punto anterior, se determina si hay artículos que no se necesiten o no se utilicen, ofreciendo una oportunidad de renovación. Al eliminar lo que no se usa o sirve se reduce mucho el peso y volumen de la mudanza. Por tal motivo, los costos pueden ser más bajos.
Tener los materiales: Una vez revisado y anotados todos los objetos, tendrá una idea bastante precisa del material que requerirá para el embalaje y protección de sus pertenencias. Deberá buscar algunas cajas que no sean demasiado grandes, ya que esto las haría muy pesadas e incómodas para manejar y transportar. También se requiere de cinta adhesiva, plásticos de burbujas para proteger los objetos más delicados, rotuladores, entre otros que considere que puedan ser de gran utilidad.
Con el plástico de burbujas se pueden embalar artículos como piezas de cerámica, vajillas, espejos. Este material ayuda a amortiguar los golpes, aunque siempre hay que ser cuidadoso en la manipulación de estos objetos.
Empezar por lo que usas poco: Al comenzar a hacer el inventario, lo más recomendable es iniciar por esas áreas que casi no se utilizan a diario, y en las que se suelen colocar los objetos que menos se usan. Por ejemplo, áticos, sótanos e incluso los armarios. Hay que tener mucho cuidado y revisar bien cada rincón, por lo que esta tarea requiere de tiempo, calma y paciencia.
Las cosas que no se llevarán al nuevo hogar pueden donarse a causas caritativas o vender. Hay objetos que tienen valor sentimental que, aunque no sean utilizados, pueden colocarse en cajas especiales que luego se desempacarán con calma, sin ningún afán de hacerlo rápido.
Etiqueta las cajas: Hay que identificar claramente las cajas, para ello se recomienda indicar en los costados a qué habitación o estancia pertenecen y añadir una descripción rápida de su contenido. Por ejemplo: artículos de cocina o baño. Hacer esto agilizará tanto en empacado como el desempacado.