¿Tienes espacio suficiente en tu casa para un cuarto para hacer la colada? ¡Enhorabuena! Es toda una suerte. Pero, de todas formas, si no es así no debes desesperar. Hay muchas formas de crear una zona de lavandería muy práctica en la que, además, resulte fácil y agradable trabajar. Toma nota de todo lo que te contamos hoy.
Pero, ¿cómo conseguirlo? ¿Qué necesitarás? ¿Tendrás que invertir un gran presupuesto? Realmente no tiene por qué ser así, aunque sí que es importante que cuides los detalles al máximo. Te voy a contar algunos elementos que no deben faltar en un espacio de lavado y planchado.
Crea una zona de lavandería de revista
Una solución funcional consiste en combinar armarios cerrados con puertas y estanterías abiertas, que después podrás completar con algunas cestas o cajas en las que tenerlo todo bien separado y ordenado. En los armarios puedes colocar lo que quieres que esté oculto y fuera del alcance de los niños, por ejemplo. En los estantes abiertos guarda lo que uses con más frecuencia: el detergente que estás usando, las pinzas, la plancha, etc.
Apuesta por los espacios funcionales
Por eso es buena idea planificar un armario alto en el que guardarla fácilmente, al estilo de los escoberos tradicionales. De hecho, si no dispones de otro espacio similar, puedes aprovechar para guardar el cepillo, la fregona, el aspirador, etc.
Elige cestas de lavandería que sean decorativas
Para decidir el tamaño de las cestas, ten en cuenta la cantidad de ropa que tienes que lavar habitualmente (esto suele depender del número de miembros que tenga tu familia, y de cuántos de ellos sean niños), y también el espacio disponible.
A la hora de elegir las cestas puedes optar por modelos de tela o de fibras vegetales. En este último caso, lo mejor es que su interior esté forrado con tela, para que la ropa no se enganche. Muchas de estas cestas llevan unas fundas interiores de tela que pueden retirarse fácilmente para lavarlas.
Extras que te ayudan
También resulta muy útil tener un fregadero en la zona de lavandería. Ya sé que no siempre es posible, bien porque no tienes espacio o bien porque no hay toma de agua. Pero un pequeño fregadero es uno de esos elementos que resultan enormemente prácticos y que después te alegras de haber incluido en el proyecto. Considéralo.
Un plus de estilo
Prueba a empapelar una pared de tu cuarto de lavado y planchado. Incluso si dispones únicamente de un armario, podrás cambiarlo notablemente empapelando el fondo del mismo. También puedes utilizar vinilos adhesivos, dar un acabado especial a las puertas de los armarios, poner unos tiradores que decoren por sí mismos, etc.
Con este planteamiento y estos pequeños detalles, la zona de lavandería tendrá el mismo glamour y el encanto que el resto de tu casa. ¡Seguro!
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.