No dejes los fuegos encendidos con la campana apagada, tampoco uses productos que resulten abrasivos que pueden rayar la superficie. Al limpiar la superficie exterior, si es de acero inoxidable o de aluminio deberás hacerlo usando un paño suave empapado en detergente líquido, trata de hacerlo con movimientos horizontales.
Sin importar el tipo de campana que tengas deberás incorporar filtros para el aire, los cuales se deberán limpiarse de manera periódica, especialmente cuando se encuentren sucios de grasa, que inevitablemente se ira acumulando. Para eso deberás desmontarlos y volverlos a montar, la tarea es sencilla y muchos de los filtros son fácilmente recambiables. En los modelos de campanas de recirculación los filtros de carbono se deberán cambiar obligatoriamente una vez al año, de esta manera te asegurarás que su sistema depurador funcione correctamente.
Aquellos filtros que son de fibra de filtro tienen la ventaja de poderse lavar a mano, con mucho cuidado para que no pierda su forma ya que de lo contrario se complicaría volverlos a colocar. En las campanas de succión se suelen usar filtros de metal, los que se pueden lavar en lavavajillas si no tienen mucha grasa acumulada. Si se llega acumular mucha grasa lo mejor es colocarlos en un recipiente que contenga algún producto para quietar la grasa, dejarlos un poco en remojo para que quitar la suciedad sea más fácil.
Te aconsejamos que en el momento de elegir una campana para la cocina deberás conocer sus características técnicas para su instalación, el tamaño de los fuegos que normalmente empleas para cocinar, el espacio de la cocina y la frecuencia con lo que la usarás.