La tela debe ser firme. Puedes comprobar si lo es rascando la superficie de la tela. Si la estructura de los hilos cambia fácilmente, el producto no es de alta calidad.
Los tejidos de los juegos de cama deben ser uniformes. Para averiguar si cumple este factor mantén una hoja en blanco a contraluz y mira si hay alguna área especialmente fina o gruesa. Si sí hay, no es de calidad.
Los colores no deben mezclarse. Mira si hay alguna arruga en la tela. Si en esa zona el color es, aunque sea ligeramente, distinto, el colorante es de mala calidad.
Aquellas sabanas que tengan un diseño impreso deben ser opacos, es decir, no deben transparentar (excepto en las áreas que son de color blanco)
Los diseños geométricos o simétricos deben estar impresos manteniendo un ángulo recto. Si no es así, ha habido un error de impresión.
No puede haber nada de polvo en la superficie de la tela. Si lo encuentras, no compres ese juego de sabanas: es un síntoma de que se ha usado poca tela, o de ínfima calidad.