En fases, pues parece mentira la cantidad de cristales que había, hemos ido quitando los antiguos enganches en mal estado.
Tras reposar en un baño de agua y amoniaco, el resultado es espectacular; vuelven a brillar con el fulgor de su mejor época.
Y aunque nos vienen fenomenal para transformar esas lámparas que tanto nos gusta recuperar, algo más queríamos hacer con ellos, y con otros invitados que atesoramos: botones y cuentas de collares.
Teníamos una idea en mente que no sabíamos muy bien cómo llevar a la práctica. Compramos en una ferretería un rollo de alambre del más fino y maleable. Pero era imposible enhebrar con él las cuentas y cristales... Fue durante un almuerzo que esta botella nos dio la solución: ¡la malla metálica!
Este material era el que estábamos buscando, resistente y muy fino y moldeable. Una vez resuelta la parte técnica, ¡a disfrutar con la creativa!
Por si os animáis a probar, una vez pasado el hilo metálico por todas las cuentas, hay que volver a pasarlo a la inversa, para así conseguir mayor consistencia y rigidez en la hebra...
... lo suficiente para formar estos círculos de fantasía ...
... con tu imaginación ...
... y los materiales de que dispongas.
Queremos adornar con ellos el árbol de Navidad (haremos más...)
Pero mientras ésta llega, los vamos a enseñar en casa de Marcela Cavaglieri, donde cada viernes compartimos creatividad e ilusión con muchas compañeras de faena...
¡Feliz fin de semana!