Eso es lo que decidió hacer esta cazadora de tesoros de ferias y mercados de pulgas de Francia, cuando volvió a su país natal (Australia). Kara Rosenlund ofrece piezas vintage, muy bien seleccionadas, desde su caravana Franklin del 1956, perfectamente restaurada por ella y su marido. En el interior de la caravana descubrimos el estilo de la propietaria: blanco roto con elementos naturales y la calidez de las piezas antiguas. Y en el exterior prepara sus hallazgos sobre mesas, siempre con un estilismo lleno de propuestas sobre cómo usar los objetos en tu casa... ¿Qué os parece? ¿Funcionaría esta idea para la tienda de Antic&Chic?
Via Remodelista