Cuando se habla de ellas, se refieren a “la apariencia externa que tienen todos los elementos, cosas, y seres vivos y que podemos percibir con la vista y el tacto. Cada superficie está formada por diferentes materiales y puede ser lisa, rugosa, áspera, suave, dura, blanda, etc.”
Todas las cosas tienen texturas os e pueden definir, tanto en la música, en la comida, en el vestir. Pero cuando un interiorista o medio especializado habla de Texturas, a que se refiere? Veamos si podemos desentrañarlo.
Las Texturas, se pueden percibir, ser como decía la definición, por el tacto como por la vista. Estos dos sentidos son los que se incide y definen los elementos de la decoración de un espacio.
Podemos encontrar en interiorismo distintos tipo de superficies de materiales. Como por ejemplo:
–Áspero y rugoso, típico de una alfombra vegetal.
–Brillante y liso, como una laca en un mueble.
–Mate y frío: como un suelo de cemento pulido.
–Cálido y suave, como la tela de terciopelo de un sofá.
Así podríamos definir muchos materiales y cómo los percibimos al tacto o la vista.
Cuando se dice que un espacio necesita texturas, es porque se busca que estos nos sugieren sensaciones. Definir qué tipo de resultados buscamos, nos dirá que tipo de texturas necesita un espacio.
-Para dar sensación de orden y limpieza, es correcto usar superficies lisas, como puede ser una encimera de resina en una cocina, o una mesa de vidrio en el comedor.
-Para la calidez, se recurre a textiles. Textiles, como telas de sedas, terciopelos, que al tacto nos sugieran eso que buscamos. Ambientes cálidos, entrañables, donde siempre nos gustaría estar.
-Para dar sensación de sofisticación, se recurre a usar “animal print” en tapizados o alfombras, lacas en muebles, etc, todo tipo de texturas que nos sugieran opulencia y sofisticación.
Es importante cuando se diseña con ellas, ver la luz que tiene ese espacio, porque siempre según como le de, puede percibirse de una manera u otra. Por ejemplo, las superficies brillantes la reflejan y las opacas las absorben.
Como decíamos las texturas se pueden percibir tanto por el tacto como por la vista. Existen infinidad de materiales que se perciben por la vista como las rayas, o los papeles en paredes, etc. No solo por el color, sino por su forma, dibujo o lo que transmiten aunque la superficie sea lisa.
Jugar con distintas texturas en un espacio, nos permite definirlo de manera que la persona que lo usa, sentirá lo que quisimos transmitir. Aunque también, puede pasar lo contrario. Hay como siempre, que usar el sentido común.