Sucede que la mayoría de las veces no contamos con la cantidad de cosas que los niños traen consigo... libros de cuentos, juguetes, ropa, accesorios deportivos, etc... Y de pronto el espacio se convierte en el elemento más preciado. ¿Cómo conseguir un poquito más?
Probad a mover la cama y colocarla pegada a una de las paredes del cuarto. Os sorprenderá comprobar el espacio que se gana. En él podemos colocar una mullida alfombra para que el niño pueda extender sus juguetes con facilidad y, a su vez, despeje otras superficies.
Una excelente idea de decoración creativa consiste en forrar un antiguo cabecero de una cama de matrimonio con una hermosa tela y colocarlo en la pared donde esté la cama. Además de crear un intenso efecto decorativo, servirá de aislante y protector.