Si este verano has echado de menos en tu jardín la sombra que proporciona una buena pérgola de madera, es el momento de poner remedio. Constrúyela ahora, sin prisa pero sin dejarlo para después, y la tendrás lista para cuando llegue la próxima primavera.
Si empiezas ahora a planificar tu nueva pérgola, seguro que la tendrás lista en poco tiempo. Incluso tendrás la oportunidad de darle a la madera el acabado adecuado, y de ver cómo se comporta ante las inclemencias del invierno.
Una pérgola de madera independiente o adosada
Las pérgolas de madera independientes tienen, al menos, cuatro postes o puntos de apoyo que la sostienen. Debajo se crea un espacio diferente, fresco y sombreado. Puede ser un cenador, un lugar de reunión o una zona de comedor. O también lo puedes plantear como un lugar a cubierto en el que aparcar el coche, si es lo que necesitas.
Si no tienes mucho espacio o pretendes crear un porche, entonces lo tuyo es una pérgola adosada a la fachada de la casa (puede ser la principal o cualquier otra). Este tipo de pérgolas llevan, como mínimo, dos postes o puntos de apoyo, además de los de la fachada.
A medida o con piezas estándar
Las medidas habituales son 3 x 3 m o 4 x 4 m. Si necesitas que tu pérgola sea más grande siempre puedes ir añadiendo piezas para que sea el doble de grande. Además de las piezas de madera, también te harán falta las piezas metálicas de unión, los anclajes para fijarla al suelo, etc.
Es importante tener en cuenta que debes fijar la pérgola de madera al suelo de forma muy concienzuda. Tendrás que ponerla sobre una superficie lisa, bien nivelada, estable y muy firme. Además, los postes han de ir enterrados en el suelo y fijados con cemento. Y si quieres ponerla sobre el césped, puedes optar por construir una plataforma de madera sobre la que colocar la pérgola, como puedes ver en la imagen.
¿Maciza o laminada?
Estas últimas se fabrican con varias secciones de madera termosellada, y resultan de lo más resistentes. De hecho, si tu pérgola de madera es de grandes dimensiones, lo recomendable es utilizar madera laminada para construirla.
Elige el techo
Si no necesitas tan alta protección contra la lluvia, el techo de tu pérgola puede ser un toldo de poliéster, que no te protege de la lluvia pero sí del sol. Los toldos tienen la ventaja de poderse recoger si lo deseas.
Otra opción interesante es la de poner cañizo, que aporta un aire muy decorativo aunque tiene el inconveniente de que se deteriora con facilidad. En cuanto a los laterales, puedes dejarlos abiertos, o cerrarlos con estores, cortinas , mosquiteras, etc.
No te olvides del mantenimiento
Las pérgolas fabricadas en madera maciza suelen llevar un tratamiento específico para soportar las condiciones del exterior, y también para que no las ataquen los hongos ni los insectos.
Sea de la madera que sea, tendrás que hacer un buen mantenimiento a tu pérgola aplicando un producto adecuado una vez al año como mínimo. Así se mantendrá en perfectas condiciones durante todo el invierno, para que puedas disfrutarla al máximo en cuanto lleguen los primeros días cálidos de la primavera.
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.