Al sur del Perú se ubica la ciudad de Arequipa a los pies del volcán Misti. Aquí se encuentra el Convento de Santa Catalina o Monasterio de Santa Catalina de Siena. Reconocido por su arquitectura y su paisaje urbano, y sus características callecitas y pequeñas plazas de colores de esta pequeña ciudadela conformada por 4 solares, que desde su fundación sirvió de monasterio de monjas.
Una joya arquitectónica que data de 1579, año de su fundación. Su estilo arquitectónico es más bien una fusión del estilo colonial traído por los españoles y los elementos nativos. Aquí resalta su construcción llevada a cabo en el tratamiento del sillar, que es una piedra volcánica de color blanco muy usado en la arquitectura colonial de Arequipa.
Pero lo que más resalta, además de su arquitectura, es el uso de colores como rojo, azul añil, terracota, anaranjado, amarillo. Cuenta el historiador Juan Guillermo Carpio, que la ciudad de Arequipa tenía un rostro polícromo hasta el año 1979-1980 en que el alcalde emitió una ordenanza para volver las paredes a su estado natural.
Y es que el uso de colores fuertes se puede apreciar en las diferentes obras artesanales en Perú. Un ejemplo claro son las frazadas o mantos que se hacen en las comunidades de los Andes. Colores que crean contraste y que te hacen vibrar con su energía.
Un destino imperdible si te gusta apreciar la arquitectura además de su colección de pinturas que guarda en su pinacoteca. Para más información, puedes visitar su web:
http://www.santacatalina.org.pe/
https://larepublica.pe/archivo/840257-los-colores-perdidos-de-la-ciudad-blanca
http://moleskinearquitectonico.blogspot.com/2008/08/monasterio-de-santa-catalina-arequipa.html
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