Sencillo de hacer y con un resultado espectacular.
Yo tengo un recuerdo muy especial de mi boda. Disfruté del día a tope y estuve pendiente de todos los detalles.Hicimos cantidad de cosas en casa, desde las invitaciones hasta envolver los detalles para los invitados. No, no fuí del tipo de novia que comenta cuando todo acaba: "ha pasado el día tan rápido que no me he enterado de nada". Yo tengo muchos recuerdos de detalles: cómo se mezclaron los invitados, mis abuelos bailando, el maravilloso Paquito Chocolatero,... Y también de detalles de la organización que no me gustaron tanto, en concreto las flores. Os cuento.
Encargué en la floristería flores blancas sobre fondo verde tanto para la iglesia como para el restaurante. Así que, cuando al llegar al altar me fijo y veo unas margaritas naranjas asomando de los centros , me quedé un poco parada. Nada que me preocupara, unas flores no iban a marchitar uno de mis días más especiales, pero no eran las que había pedido.
Al llegar al restaurante la cosa fué a más, aquí no había nada en blanco, todo eran colorines rojos y naranjas. Tampoco me afectó,más bien me dió la risa, además allí estaban mis amigas para ponerse un floripondio cada una en el pelo y a bailar. La verdad es que lo pasamos genial.
Con esto quiero deciros que la organización es importante, que nos gusta que todo quede bien y perfecto, pero recordad que lo principal es que disfrutéis.
Por cierto, en mi día llovió. Novia mojada, novia afortunada, y vaya que si es verdad.
Feliz finde
Fotos Elle
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