Usar bien tu nevera es una cuestión importante, si quieres que los alimentos que guardas en ella estén en perfectas condiciones durante más tiempo. Además, algunos errores que cometemos hacen que consuma más energía y, por lo tanto, que gastemos más dinero. Aquí tienes algunos errores habituales que se suelen cometer con este práctico e indispensable electrodoméstico.
No podemos vivir sin ella y por eso está presente en todas las cocinas. Y aunque nos parezca que solo hay que abrir sus puertas y guardar en ella los alimentos, para utilizarla correctamente hay que adoptar algunas costumbres y desechar otras que resultan perjudiciales. Hoy te vamos a explicar qué cosas tienes que hacer y cuáles no para usar bien tu nevera.
Cómo usar bien tu nevera
No hay nada más caótico que una nevera repleta y mal organizada. No encontramos lo que buscamos, los alimentos se caducan sin que nos demos cuenta y no duran lo que han de durar. Si cuando abres la puerta del frigorífico te entran ganas de llorar, sigue leyendo porque hoy vas a descubrir las claves para usar bien tu nevera.
Es cierto que requiere un poco de tesón, sobre todo a la hora de mantener el orden, pero si te acostumbras lo conseguirás casi sin esfuerzo, y tu salud y tu economía te lo van a agradecer… ¡y más de lo que piensas!
Los alimentos, en orden
Si cuando llegas a casa con la compra te limitas a meter de cualquier manera los alimentos en la nevera, no lo estás haciendo nada bien. Es necesario mantener un orden, y no solamente porque es la mejor manera de encontrar los alimentos a la primera cuando los necesitas.
Cada tipo de alimento necesita una temperatura para conservarse en perfecto estado. Como la temperatura interior de tu frigorífico no es uniforme, es mejor colocar los alimentos con cierto sentido. Por ejemplo, las carnes y pescados necesitan más frío, por lo que conviene ponerlos en la parte más baja de la nevera.
Guarda las frutas y las verduras más protegidas del frío, ya que no necesitan estar a muy baja temperatura. Los cajones que trae tu nevera son precisamente para guardar este tipo de alimentos.
En las baldas centrales debes poner lácteos, embutidos, alimentos que has cocinado previamente, etc. Y en la puerta los alimentos que no necesiten mucho frío, como salsas, mermeladas y mantequilla, etc. Es el lugar de la nevera en el que la temperatura es más alta.
¿Cómo y cuánto hay que llenarla?
No dejes que el orden en tu nevera sea flor de un día. Es mucho mejor acostumbrarse a mantenerla siempre en perfectas condiciones. ¿Cómo? Reorganizando el interior cada vez que haces la compra y vas a guardar nuevos alimentos. Es decir, en lugar de empujar lo que tienes dentro para poner lo que acabas de comprar, coloca lo más antiguo delante para consumirlo primero. Así no se te caducará nada.
Otra cuestión importante para que los alimentos se conserven perfectamente y tu nevera funcione mejor es cuánto debes de llenarla. Si la abarrotas de alimentos, estarán todos demasiado juntos. No habrá espacio suficiente entre ellos para que el aire circule y no se refrigerarán correctamente. Y si la tienes demasiado vacía, consumirá más energía para mantener el frío.
En cuanto al congelador, sí conviene que esté lo más lleno posible ya que necesitará menos energía para funcionar y gastará menos. Si no tienes muchas cosas, mete cubiteras de hielo entre los alimentos.
Lo que NO debes meter en la nevera
Hay muchos alimentos que, no solo no es necesario guardar en la nevera, sino que en ella se conservan peor y pierden cualidades. Tomates, cítricos, cebollas y ajos, aguacates, kiwis y plátanos estarán mucho mejor fuera. También el café o la miel.
También otras frutas como la pera, la manzana o la sandía se estropean antes en la nevera. Mejor déjalas fuera, a no ser que haga muchísimo calor.
Por otro lado, hay frutas que sí necesitan estar dentro de la nevera. Es el caso de las fresas, las cerezas, ciruelas, uvas o higos. Y también algunos frutos secos como las nueces, que no se ponen rancias si están al frío.
De cualquier manera, nunca mezcles determinados alimentos (ni dentro ni fuera de la nevera): los cocinados con los crudos, por ejemplo. Los segundos pueden contaminar a los primeros. Tampoco pongas juntas frutas con verduras. Las frutas cuando maduran producen etileno, un gas que estropea las verduras, en especial las de hoja verde.
Siempre bien guardados
Es un error que se suele cometer por las prisas. Si no envolvemos bien los alimentos, ni los guardamos de la manera adecuada, se resecarán, se estropearán mucho antes y producirán olores y se contaminarán unos alimentos con otros.
Para evitarlo solo tienes que tapar y envolver los embutidos y los quesos con papel film o de aluminio. Guarda carnes y pescados en recipientes herméticos, y los hueves en sus recipientes de cartón. Como su cáscara es porosa, absorbe los olores que haya en tu nevera.
Como ves usar bien tu nevera no es tan complicado, y te hará ahorrar energía, tiempo y dinero.
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.