Un final que se resume en una nueva distribución mucho más cómoda y acogedora. Abajo, se incluyen la cocina, el salón y el cuarto de baño. Arriba, la zona de noche con una habitación doble. Ambas comparten vínculos decorativos. Tras decir adiós a la madera oscura, se escogieron materiales ligeros y colores claros. El techo y las paredes se pintaron de blanco, dejando una de ellas cubierta de ladrillos. Uno de los protagonistas es el tablero de virutas orientadas OSB, un producto derivado de la madera más económico que por su color y acabado añade mucha calidez. Así, la barra de la cocina o la estantería que hay debajo de la escalera están realizadas con este material.
Tampoco es casualidad que los armarios del recibidor se vistan con cortinas. Prescindir de barreras (puertas y paredes) era fundamental para conciliar los diferentes espacios y "respirar" visualmente. A partir de esta base neutra, se podrían añadir (si se quisiera) los últimos toques decorativos. ¿Qué haríais vosotros? ¿Cómo lo decoraríais?
Feliz miércoles a todos,
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