El otoño es mi estación favorita, no es un secreto. Para mí es como la primavera, pero sin alergia. Te parecerá una tontería, pero es una temperatura similar, llueve más o menos lo mismo, y los paisajes pueden estar incluso más bonitos con todos esos tonos de ocre.
Quizá para ti sea una desventaja que los días sean más cortos en vez de cada vez más largos, o que haga cada vez más frío en vez de más calorcito, pero para mí eso significa tener una buena excusa para quedarse en casa, y disfrutar de ella.
En primavera todos, me incluyo, tenemos necesidad de salir de casa. Llevamos literalmente meses metidos en ella, y nuestro cuerpo necesita respirar, oxigenarse. Pero ahora llevo 6 meses al aire libre y mi cuerpo, que es sabio, me pide sofá, mantita, aunque también paseos y recoger castañas, hacer bizcochos…
Por eso hoy te traigo multitud de cosas que puedes hacer en otoño, para disfrutar de esta estación tan maravillosa:
Tejer o aprender a tejer. Empieza a hacer cuellos para los niños, o bufandas para ti.
Disfrutar del atardecer. Ya no tienes que esperar a las mil. Seguro que te pilla de vuelta a casa.
Cocinar más platos de cuchara. Ahora qué bien entran unas lentejas o un cocido, ¿no?
Recoger piñas. Para la chimenea, para hacer manualidades, como centro de mesa
Comer castañas asadas. Mi descubrimiento de hace un par de años. Si además las haces en la chimenea, ni te cuento.
Hacer pastel de manzana. Uno de mis favoritos de todos los tiempos.
Recoger hojas y prensarlas. Una buena forma de hacer que los niños sepan un poquito más sobre botánica.
Fotografiar. El otoño tiene una luz especial. Vete a un parque y dispara. Verás qué maravilla.
Leer más. Como estamos más en casa, oblígate a apagar la tele, o dejar el móvil a un lado y no dejes que el hábito de leer de las vacaciones decaiga.
Hacerte infusiones de manzana y canela. De las cosas más ricas del mundo.
Apúntate a todas las festividades nacionales e internacionales. ¿Por qué no celebrar una cena de Acción de Gracias? Al margen de indios y colonos, la idea es aprovechar para agradecer.
Prueba nuevas recetas de bizcochos. Ahora se agradece hasta el calorcito del horno, y tu familia estará encantada.
Acurrucarse bajo una manta un día de lluvia. Esas tardes de fin de semana, de lluvia, en vez de ser un día triste, conviértelo en un día para cargar las pilas y descansar.
Jugar en familia. Nosotros el año pasado empezamos a jugar al burro y al cinquillo con los niños. Este año nos aventuramos con el Continental.
Escribe. Es el momento perfecto para hacerte con un cuaderno especial y sacar todo lo que llevas dentro. Verás que liberador.
Tallar una calabaza. La noche de Halloween está cerca y los supermercados empiezan a llenarse de las calabazas achatadas. Nosotros lo hacemos y la verdad es que es bonito luego verlas iluminadas en la terraza por la noche.
Hacerte un chocolate caliente, con nubes de golosina cortaditas, y un poco de nata montada. Sólo apto para días en los que has hecho mucho ejercicio (jajajaja)
¿Sabes la cantidad de beneficios que tiene la canela? Pues ¡empezemos a usarla!
Colorear. A mi nunca me ha gustado especialmente, yo era más de dibujar, pero un buen día mis padres me regalaron un cuaderno de colorear y una caja fabulosa de Faber – Castell como terapia antiestrés (si, no he pasado por etapas muy buenas) y entonces me dí cuenta de lo que puedes llegar a abstraerte.
Velas. Enciende velas, de olor, sin olor, pero enciéndelas al caer la tarde, mientras cenas con tu pareja, o mientras te desmaquillas por la noche. Conviértelo en un ritual.
Vuela una cometa. Si tienes hijos, disfrutarán de lo lindo, pero para ti es una actividad que verás como engancha.
Paseos por el campo, por el parque más grande de tu ciudad…siente el crujir de las hojas bajo tus pies, el olor a tierra mojada. Pequeños placeres gratuitos.
Vuelve a montar en bici. A mi me da miedo hacerlo en la ciudad, pero en los parque está permitido. Alquila una bicicleta si no la tienes. En Madrid, junto al Retiro las hay municipales y varias empresas particulares que también alquilan.
Pierde el tiempo mirando la chimenea. Si la tienes, sabes de lo que hablo. Sentarse delante del fuego y simplemente mirar. Creo que es una de las cosas que más relajan del mundo.
Organiza meriendas especiales en casa. Con los amigos de tus hijos, con tus amigos, tus padres, cuñados, hermanos…cualquier excusa es buena para juntarse y hacer una merienda cena.
Vuelve a ver clásicos. Con tus hijos es aún mejor. Esas películas que marcaron tu infancia, tu adolescencia, pero también películas en blanco y negro que son ya cultura general.
Aprovecha para destrastear tu casa. Es un momento perfecto para empezar a tirar todo aquello que no sirve, está roto, viejo o en mal estado. Sustitúyelo por algo que te haga sentir bien.
Pon en tu casa brezo. Es una planta preciosa, que ahora encontrarás en todas las floristerías y también en los bazares orientales. Duran una barbaridad, y cuando se secan siguen siendo preciosas.
Palomitas. ¿ A quien no le apetece un gran cuenco de palomitas calientes mientras ve su serie favorita?
Disfruta de tu familia. Haz tuyo el mantra de “disfrutar cada momento de ellos”. El tiempo pasa muy deprisa y no nos damos cuenta hasta que es demasiado tarde. El otoño invita a reconectar, aprovéchalo.
Y estas son mis treinta propuestas para vivir el mejor de los otoños. ¿Te apuntas?
¿Y a ti? ¿Te gusta el otoño? ¿Qué es lo que más te gusta de esta estación? ¿Qué la hace especial para ti?