Después de varios meses con los nervios a flor de piel, llega el día más importante de tu vida: tu boda. La planificación de un enlace matrimonial exige toda la paciencia del mundo, ya que lograr que todo sea perfecto requiere la comparación de varios presupuestos. Tenemos que visitar restaurantes, capillas, tiendas, agencias de viajes, etc. Por otro lado, el hogar donde estableceremos la vida en común debe prepararse de cara al enlace. Sin embargo, ciertas cuestiones han cambiado. Antes, la pareja de recién casados estrenaba estado civil y casa. Hoy en día, son muchas las parejas que primero conviven y después dan el 'sí quiero'.
Con el fin de conocer los pormenores de la situación actual, hemos recurrido a la experiencia de las que más saben. El foro de Decoración de Facilisimo.com es un hervidero de ideas, y en él participan activamente personas que están a punto de pasar por el altar, otras que lo hicieron recientemente, y otras que llevan varios años de matrimonio a sus espaldas. Las diferencias entre cómo se preparaba la casa hace un par de décadas y cómo se prepara en estos tiempos no son muy grandes, aunque sí existen pequeños matices. Otro tema sobre el que nuestras foreras se pronuncian son las listas de boda, cuya metodología ha experimentado modificaciones.
Tener lo básico
La mayor parte de las opiniones coinciden a la hora de marcar el equipamiento mínimo con el que debe contar una vivienda antes de la fecha señalada. "Hoy en día, cuando nos casamos intentamos llevarlo todo, ya el baño y la cocina van completos, pero el salón y el dormitorio es poca la gente que los lleva pelados, ya sea con mejores o peores muebles", afirma María, a la que todos conocemos por Horchati. En este sentido, tanto las promociones de obra nueva como los pisos de segunda mano suelen llevar la cocina y el baño de serie, el resto, depende del presupuesto y de la generosidad de padres y suegros, tal y como afirma Pilar, Piluky en el foro: "a nosotros nuestras familias nos han ayudado muchísimo comprándonos muebles, electrodomésticos, etc.".
Así pues, cocina, baño, dormitorio y salón son los cuatro vértices que deben pulirse. Campestre lo tiene todavía más claro: "tienes un piso vacío y te quieres casar. Hay cosas de las que no se puede prescindir: una cama y nada más". Dejando a un lado su excelente sentido del humor, Susana añade que "muchas casas vienen con la cocina ya montada, así que lo imprescindible sería un colchón con su somier, la ropa de cama, los útiles del aseo, el menaje justo de la cocina y el comedor, y si el presupuesto lo aguanta, un sofá y una tele. Para los afortunados, el resto del mobiliario, mesas, sillas, lámparas, mesitas, etc.".
'Vivir en pecado'
Aunque todavía quedan conservadores que siguen respetando la costumbre de estrenar convivencia y alianzas, la tendencia a 'vivir en pecado' se ha extendido como la pólvora. Irenilla y su novio se casarán pronto, pero comparten techo desde hace tiempo, por lo que su casa está muy completa. "Sí me gustaría cambiar o poner alguna cosa que me falta para el evento, como las lamparitas de nuestro dormitorio y los adornos", argumenta Irene, que está en la misma situación que Piluky, que se casa el próximo año y ya tiene "la cocina puesta, la cama, el canapé y el salón medio montado".
Cuando dos personas que ya llevan tiempo siendo independientes deciden casarse, es fácil crear un hogar con las aportaciones de ambos, como le ocurrió a A.Ll. Ana cuenta que, tras casarse, se fue a vivir "a la casa de soltero de mi marido. Aunque soy joven, yo también llevaba tiempo viviendo sola, así que los dos teníamos bastantes muebles y utensilios. Compramos muy pocas cosas y creo que esto es algo bastante habitual también hoy en día". Esta forma de proceder, tan poco común hace unas décadas, se repite constantemente, lo cual da lugar a situaciones cómicas: "mucha gente se lanza a vivir sola y luego encuentra pareja, y no siempre tienes que comprar cosas, más bien tienes que quitar, como nos pasó a nosotros, que teníamos dos cosas de cada", añade A.Ll.
Lunagirl también lleva un par de años compartiendo alquiler con su novio, con el que aún no tiene planes de casamiento. Los costes que alcanza la ceremonia son altos, y para Agus, "mi prioridad es mi casita, así que cuando la tenga más o menos terminada pensaré en la boda". Otra de las foreras que se apunta a la convivencia prematrimonial es Jessica, a la que conocemos por Jessie. "Yo, si me preguntan, siempre digo lo mismo: que me gusta elegir a mi las cosas para mi casa", por eso esta amiga prefiere el dinero a los regalos. De hecho, son numerosas las parejas que ven en la recaudación de la boda una buena oportunidad para rematar espacios: "con lo que saquemos de la boda espero que nos dé para poner la habitación de matrimonio completa y el salón comedor", afirma Débora, Mosconina en el foro.
Imprevistos de última hora
Por mucho que queramos afinar, los imprevistos ocurren, y es necesario plantarles cara con optimismo. Así lo cuenta Mosconina: "a dos meses de mi boda, tengo que quedarme en casa de mis padres una temporada porque las obras aún no han finalizado". Sin embargo, afronta la situación con resignación, puesto que tendrá "la cocina y los baños medio puestos, es decir, sin muebles ni espejos, y sólo con la cama matrimonial".
Pendiente de los pintores, albañiles y demás profesionales estuvo también Inos, cuyo nombre real es Sonia y que lleva casada un año. "Se supone que la reforma de la casa debería haber estado lista para un mes antes más o menos, pero llegó el día de la boda y la reforma no había acabado", lo cual les obligó a vivir en otra casa hasta que pudieron mudarse "teniendo completos la cocina y los baños, la cama, el vestidor, el mueble de TV y el sofá". Las obras también comenzaron tarde en casa de Christine, Miss Piggy en el foro. El retraso de cuatro meses se unió a los muebles pendientes de compra, pero ella nos revela que prefiere "ir comprando lo que más nos gusta, aunque sea poco a poco, dado que resulta caro después de reformar, pagar parte de la boda y comprar lo justo para vivir".
Las listas de boda
Podríamos definir las listas de boda como catálogos de muebles y complementos seleccionados por la pareja casadera de entre todos los productos que tiene a la venta determinada superficie comercial. Horchati dice que "se suelen poner en ellas objetos algo caros que te hagan falta o, simplemente, que te gusten". Estos listados fueron muy populares hace unos años, ya que facilitaban la tarea del regalo a los invitados, además de ser una forma segura de acertar de pleno. Hoy en día, su uso ha disminuido en virtud del dinero contante y sonante, como comenta Rosa (Manru): "nosotros hemos optado por poner cuenta corriente, dado que creemos que es más práctico porque la lista de boda puede ser interminable".
Para María, alias Post-it, este método "da una opción a aquellas personas que no les gusta dar dinero y que, de no existir una lista de boda, a lo mejor te regalan algo que no te pega o ya tienes". Otro punto de vista es el de Super-vicky, cuya experiencia con esta herramienta no resultó convincente: "pusimos lista de boda y aquello fue una pérdida de tiempo. Horas y horas eligiendo cosas para que nos acabaran regalando una champagnera, un teléfono inalámbrico, la vajilla de diario, una cámara de vídeo, una cubertería y un aspirador. ?El resto? Todo el mundo optó por regalarnos dinero", confiesa Vicky, que con lo recaudado pagó "la entrada del piso en el que vivimos ahora, así que al mudarnos tampoco pudimos amueblarlo demasiado".
En otros casos, hacer una lista de boda resuelve por completo el asunto de la decoración, tal y como le pasó a Inos, que puso la suya en unos almacenes muy conocidos: "quería un montón de muebles de allí y me venía muy bien. Puse los sofás, cama, estanterías, cómoda, aparador... y un montón de muebles". A Viruca, que se casó hace 24 años, también le ayudó mucho, pero admite que cuando ella pasó por el altar las listas funcionaban de otra manera. "Antes, las listas eran reales y ponías en ellas lo que te gustaba, necesitabas y querías, y si alguien repetía regalo, te lo cambiaban por otro", describe esta forera, que comenta que "ahora son ficticias, dado que hay distintos modelos ya fijados y eliges el que tú quieras, normalmente por precios, y te lo van ingresando en una cuenta". Independientemente de la decisión que tomes, el día de tu boda sólo debes pensar en disfrutar al máximo de cada momento.