No sé vosotros pero yo a estas alturas de la película, o del año más bien, ya sólo pienso en las vacaciones y más concretamente en mi semana de playa. En el pueblo disfruto también pero la realidad es que allí no descanso, demasiados amigos y demasiados planes, Portugal es mi semana relax del año. Aún queda bastante para ello, pero a la velocidad que se me está pasando este año, en cuanto os despistéis os estoy hablando de decoración navideña ;-)
Esta casa que os traigo hoy, en la playa por supuesto, también tiene su porqué. Estoy haciendo un proyecto de asesoría de decoración online a una clienta de Barcelona. Hasta ahora los había hecho todos en Madrid porque soy de ir a las tiendas de ver, tocar y trastear,… pero sé que a distancia también se puede ayudar, aunque personalmente me guste más presencial. Tras enviar las primeras propuestas, me preguntaba mi clienta si quedaría bien introducir el color negro en un espacio donde predominan los blancos, las maderas claras y los tonos naturales; quería demostrarle y afirmarle categóricamente que sí. A quién ha ido a preguntar ¡es mi combinación preferida!, así que esta vivienda me viene como anillo al dedo para que lo vea con sus propios ojos.
La casa en cuestión se encuentra en Sudáfrica y pertenece a dos prestigiosos fotógrafos que la construyeron como segunda residencia para poder despejarse de sus exigencias laborales. Además tanto ellos como sus hijos son amantes del surf y la zona era muy adecuada para la práctica de este deporte. En la parte inferior de la casa, se encuentran las zonas comunes con altos techos que crean sensación de amplitud y ventanales que se abren por completo al exterior, donde el final de la piscina se confunde con el comienzo de las vistas del mar. Arriba se encuentran las zonas privadas, dormitorios y baños bajo techos abuhardillados, aquí la sensación de recogimiento es mayor. Todo ello se ha unificado gracias al color, un manto blanco cubre toda la casa a la que se le ha aportado calidez gracias a las maderas, a las fibras naturales y toques sofisticados con pinceladas de negro.
Una casa para disfrutar no sólo en verano, la chimenea del salón también se me antoja perfecta para los disfrutar de una taza de café con el fuego encendido y las vistas al mar. ¡Todo un lujo!
Imágenes: Revista Interiores