Romper con la monotonía de las paredes de tu hogar está en tu mano. A través de las láminas más originales y coloristas, tu casa ganará en alegría y en dinamismo. Existen opciones para todos los gustos: desde paisajes de auténtico ensueño hasta panorámicas de tu ciudad favorita, pasando por carteles de cine o fieles reproducciones de obras de arte.
Opta por colocar tus preferidas en los lugares de la casa donde más tiempo pases, como en la pared en la que están apoyados los sofás del salón o en la que descansa el cabecero de la cama, dentro del dormitorio. Asimismo, elegirás los de menor tamaño para los lugares de paso, mientras que en cocina y baño, se seleccionarán temáticas acordes con la estancia.
Todo vale para darle a una determinada estancia un atractivo nuevo: lo importante es que estas imágenes sean acordes a tu personalidad y que sientas una especial predilección por aquello que representan. Las láminas que te mostramos pertenecen al catálogo de La Oca.
La singularidad de una ciudad como Madrid llenará de modernidad los salones más cosmopolitas. Tanto la línea que describe el Paseo del Prado y de la Castellana como el ajetreo de la Gran Vía resultan magníficas sugerencias proporcionadas por La Oca.Una arquitectura tan singular como la que define a la capital neoyorquina no podía quedar fuera de escena. Imágenes tan populares como el puente de Brooklin o el skyline de Manhattan en dos fotografías tomadas en 1938 y 1940 respectivamente.
Si eres un ferviente admirador del glamour de Hollywood, no te pierdas estas dos láminas. La primera es todo un clásico: la belleza de Marylin Monroe interpretada por Warhol. El pop también invade a nuestra segunda invitada, Nicole Kidman.
Un salón con un carácter marcadamente exótico, debe contar con alguna lámina que no desentone con el resto de complementos. Esta lámina representa a un indígena ataviado con los motivos que definen a su tribu.
Y como los niños también tienen derecho a disfrutar de sus héroes de acción y de sus personajes de cómic favoritos, he aquí la propuesta de La Oca para las habitaciones infantiles. Se trata de una divertida escena protagonizada por los célebres Asterix y Obelix.