Empezamos viendo la casa de Sara Hicks en Design Spoonge, que adopta el amarillo como color "guía" a través de varias de las estancias, puerta de entrada a la casa incluída (esto último me parece una opción muy valiente y poco común). Me encanta el pasillo amarillo. En general, queda bien y no daña a la vista porque son tonos que contrastan bien y no ha mezclado más colores. El amarillo combinado con blanco o negro siempre va a ayudarnos a salir de un apuro.
Por otro lado, en Apartment Therapy he visto más ejemplos de aplicación del color amarillo en decoración, y me sorprende haber encontrado más puertas amarillas, esta vez en interior. Y me encanta cómo queda también, le da un toque juvenil y divertido a lo que podría ser una puerta muy aburrida de las de toda la vida.
Además, en ese mismo blog y en otros del estilo, encontramos maravillas como estas, pequeños toques de amarillo en la cocina, salón e incluso en baños.
Hablando de baños, y para acabar con miras al futuro, os enseño esta cómoda de baño para poner la pila, que pude ver en The Contemporist. Me chiflaría tener eso en el baño. Un mueble muy moderno y llamativo, que sigue la estética de decoración súper moderna, que le da un aire ultra juvenil al lavabo.