Si bien existen diferentes tipos de barreras arquitectónicas, vamos a centrarnos en dar soluciones a las más comunes, es decir, aquellas que se relacionan con la silla de ruedas y los impedimentos que se presentan en viviendas o locales públicos. Las dimensiones de una silla de ruedas son 80 cm de ancho por 90 cm de alto y 120 cm de largo. A partir de estas medidas debe girar todo el entorno constructivo de las barreras arquitectónicas.
Para empezar, los pasillos y corredores de circulación del espacio habitable deberán tener como mínimo 95 cm y un máximo de 130 cm de ancho. Así, el tránsito de paso será holgado y sin obstáculos. Una primera observación respecto a las rampas: tendrán que ser pendientes de entre un 5% y 7% de inclinación para una buena circulación de la silla.
Tipologías de las viviendas
La casa puede ajustarse a varias clasificaciones. Podemos encontrarnos una planta con una sóla altura que tendrá que ser lo más diáfana posible. Pero también es posible que se trate de una vivienda de dos o más plantas: es aquí donde entra la parte técnica del proyecto. Debemos colocar un ascensor para movernos entre los pisos. Otra opción es instalar un dispositivo especial o monta sillas en las escaleras con el fin de que los minusválidos se valgan por sí mismos.
Los monta sillas son perfectos para subir escaleras en aquellos locales o viviendas en los que no exista ascensor. Actualmente, estos elevadores están integrados en la arquitectura de los locales públicos y están totalmente normalizados.
En el recorrido hasta el baño, debemos considerar que todas las puertas deberán poseer sistemas de apertura adecuados a la altura de la silla de ruedas, pero si optamos por pivotantes, mucho mejor porque resultan más cómodas y prácticas: sólo se debe desplazar la puerta con la mano o la parte inferior de la silla.
En esta parte, entran gran parte los tecnicismos relativos a la domótica. Resulta esencial que todos los interruptores, tiradores, herrajes de ventana, pulsadores, botones de ascensor, etc. estén a disposición del discapacitado: han de accionarse con el brazo ligeramente contraído o estar al alcance del brazo extendido.
Dimensiones apropiadas por habitaciones
Hay una serie de actividades que se realizan diariamente y son imprescindibles, como puede ser asearse, ducharse, comer, dormir, estudiar y trabajar. Describiremos las medidas desahogadas a las que tienen que atender las estancias principales de la casa:
Baño
Un cuarto de baño cuenta con los siguientes elementos:bañera, W.C., plato de ducha, bidé y lavamano.
En una bañera con unas dimensiones de 70 x 160 x 55 cm necesitamos un espacio delantero de 150 cm de largo por 90 cm de ancho. La silla de ruedas debe tener movilidad; algo primordial es que pueda girar con soltura.
La taza del inodoro estará más alta que una de cualquier vivienda. La proporción adecuada es un espacio de 160 x 160 cm para una circulación óptima y buen giro de la silla.
Una buena solución para el plato de ducha es situar un asiento móvil, sujeto a una barra o directamente a la pared, con unos soportes apropiados para sostener el peso de una persona sentada en ella.
Cocina
Necesitaremos disponer de una encimera sobre la que trabajar y llevar a cabo tareas como cortar, pelar, limpiar, etc. Ésta se colocará a una altura de 68 cm aproximadamente con la parte inferior hueca y libre para que la silla pueda situarse dentro y moverse con total libertad. El fregadero estará situado a 80 cm del suelo, así podremos abrir y cerrar los grifos de forma accesible desde la silla.
Los armarios superiores se colgarán a 40 cm de la superficie inferior como fregaderos, por lo tanto, estarán ubicados a partir de 120 cm del suelo. Es importante que la altura no sea excesiva y que podamos extender el brazo sin dificultad desde nuestra silla.
Dormitorio
Para estar cómodo en un dormitorio, cuidaremos de que las partes laterales de la cama individual o doble dispongan de un ángulo de 180º. De esta forma, la silla se moverá en forma de T o en un ángulo de 360º girando en un círculo completo.
Las alturas siempre serán menores que en una vivienda estándar. Lo importante es que el brazo extendido llegue fácilmente allí donde se desee: el colgador, un estante, un cajón, etc. Nuestra visión, cuando se proyecte, será desde una perspectiva de altura equivalente a la de una persona sentada. Muchas veces, cuando uno diseña, ha de intentar imaginarse en la misma situación para tomar nota de las posibles soluciones.
Un último consejo: es vital que cuando alguien quiera hacer reformas en una vivienda o local se deje aconsejar por profesionales especializados en el tema porque todas las dudas serán resueltas, aunque al principio nos resulten de lo más banales. Todo ha de apuntarse en un cuaderno y cualquier sugerencia puede ser de enorme utilidad para la persona que esté realizando el estudio para la posterior ejecución de la obra.