Hoy nos adentramos en un hermoso apartamento familiar que se encuentra en los Países Bajos. Un hogar delicado, lleno de luz y de vida, una casa decorada con sencillez pero con mucho mimo, combinando a la perfección el blanco más puro con tejidos suaves y delicados y con materiales naturales como la madera, que es la protagonista en la mayoría de muebles y complementos elegidos para dar funcionalidad y confort a cada estancia.
Un amplio apartamento de 210 m2 que es amoroso y cálido, lo que hace que apetezca mucho más la llegada del invierno, para así no tener intención alguna de salir de estas cuatro paredes.
Y un claro ejemplo de que no por tener más metros debemos llenarlos de más cosas, en esta casa la sensación de amplitud y de tranquilidad es inmensa y es debido a que se ha respetado la máxima de 'menos es más'. Los nórdicos buscan funcionalidad y serenidad en sus hogares y un factor clave para conseguirlo es elegir una decoración sencilla, no por ello menos bonita o sofisticada, pero sí huyen de sobrecargar los espacios.
Elementos característicos del estilo escandinavo, como el columpio de bambú colgado del techo del salón, el puf de lana, los percheros de la ropa del dormitorio de los peques o las mesitas ‘tronco’. Colores ‘soft’ como el gris claro, rosa palo y blanco roto… Detalles sutiles y modernos, como la nevera camuflada tras esas puertas de madera de roble, que dan como resultado un hogar contemporáneo, elegante y familiar.
Set cajas casa librería, Bloomingville
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