Hace unos días, conseguí juntar un par de horas, única y exclusivamente para mi disfrute….
Decidí tumbarme en el sofá, junto a un bol gigante de palomitas recién hechas y una gustosa mantita para darle al play y ver una de esas películas que te calan y dejan huella. En esta ocasión se trataba de “Las amistades peligrosas” dirigida por Stephen Frears. No os parece un peliculón de principio o fin?
Bien, pues mientras estaba disfrutando de la película no podía dejar de mirar los maravillosos muebles que se iban mostrando a lo largo de sus diferentes estancias, en cada escena encontraba un nuevo tesoro. Es fascinante descubrir las inifinas y múltiples influencias que podemos encontrar en los diseños de sus muebles a lo largo de los siglos. Nada es nuevo y todo viene de algun sitio, de esto no hay duda!
DESTRIPANDO ESCENARIOS...
Los estilos decorativos actuales y sus múltiples tendencias poseen sus pilares en diseños mucho más arraigados en el tiempo. Al igual que estos, aquellos nacieron bajo otros diseños con el objetivo de ser mejorados.
Esta película está ambientada en el siglo XVIII francés, época en la cual se fue implantando lo que posteriormente serán los apartamentos o habitáculos que componen una casa. (Distribución del salón, comedor, habitaciones, librerías, cuartos de baño, estancias de menos tamaño como el boudoir, etcétera)
Recuperemos estas piezas, restaurémoslas o si estamos buscando un enfoque mas atrevido y vanguardista bajo un diseño tradicional, rehabilitemos o rediseñemos sus formas. Ejemplo de ello es la decoración vintage o los estilos mas eclécticos, donde mezclamos múltiples tendencias y nos inunda la inspiración para dar libertad al genio creativo.
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EL BARROCO FRANCES DEL SIGLO XVII AL XVIII
Son muchos los diseños que podemos encontrar durante el barroco francés pero hoy focalizaremos nuestro interés en el tema dedicado a los asientos, tan extenso y complejo como bellos son sus diseños.
Los asientos fueron unos de los elementos con más evolución y variantes en sus formas. Se hacen más confortables y se piensa en la comodidad y la estética. Emplean ricas telas y lujosos brocados todos a juego en sillas, paredes, cortinas, biombos, etc.
El sillón es un símbolo de la vida relajada coemnzandose a alargar en su estructura, dando paso a nuestro actual sofá. Sus predecesores fueron el canapé o la sultana con sus extremos enrollados
Su elaboración dependía de la función o destino para el que se había pensado, al igual que si iba a ser utilizado por un hombre o mujer. Según su usuario se modificaba la estructura del diseño para amoldarla a las necesidades del mismo.
Por ejemplo los “lit repos” hacen su consagración durante este periodo, con diferentes variantes entre las que destacan la chaise longue o la duchesse.
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EL BERGERE FRANCES
Este es el caso del Bergere marquise o canapé. Su aspecto amplio, bajo y de respaldo inclinado fue pensado para los vestidos de las mujeres, siguiendo el gusto de la época por los tonos pasteles y claros. Los gustos en el mobiliario se vuelven más finos y menos elaborados, con lineas más fluidas y ligeras.
El Bergere era el asiento idóneo para las mujeres debido al volumén de sus vestimentas. Por este motivo sus bases de asiento eran muy amplias y con brazos cortos para facilitar la colocación de las faldas.
Las telas estaban cargadas de protagonismo con gran riqueza y suntuosidad, es la época del lujo y la suntuosidad.
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En cuanto a los diseños estructurales, las patas poseían un marcado galbo en forma de S, poco a poco se fueron volviendo más rectas y con menos decoración, retomando las formas arquitectónicas.
Una variante del Bergere la econtramos en el Bergere marquise, similar a este primero, con un asiento bajo y profundo pero pensado para varias personas. Su armazón era tapizado tanto en asiento como respaldo con guarniciones henchidas. Generalmente, con tapizados a juego del resto de telas que decoraban la habitación.
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Junto a las sillas, sillones y canapes solía colocarse unas pantallas o biombos para protegerse de las corrientes y separar los espacios. Estos biombos tenían un origen chino como tantos otros muebles orientales que se fueron introduciendo en occidente a lo largo de este siglo. También podían ir tapizados o decorados mediante la gama cromática del resto de piezas que comprendían la habitación.
En la gran mayoría de piezas las telas estaban pensadas para ser cambiadas según las estaciones del año. Por lo que, su sistema de tapizado era de fácil manejo para resultar sencillo el cambio. Habitualmente eran telas en tonos pastel sobre maderas claras o pintadas a tono de las telas. Los rosas palos y blancos eran los preferidos de Pompadour y fueron muy empleados durante el XVIII.
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EL SALÓN, la estancia favorita!
El salón se definió por completo en el siglo XVIII, tanto su distribución como elementos formantes (sofá, sillones mesas auxiliares, etc). Aparece el predecesor del sofá, el canapé, los sillones o sillas en cabriolet con su respaldo más inclinado y curvo que el que solía contener la típica silla a la reina.
Sus guarniciones estaban siempre enteladas y tapizadas mediante preciosas telas que recubrian la madera tanto en sus asientos como respaldos y sus asientos estaban henchidos en su centro de manera sutil.
Los muebles auxiliares tomaron mayor protagonismo durante este periodo, realizándose todo tipo de mesas o mesitas (rectangular o circular).
Era el mueble comodín, ya que podían ser transportadas y movidas según su necesidad y servían tanto para colocar sobre ellas elementos decorativos como botellas, comida, mesas de juego, de café, etc.
Se solían realizar mediante una estructura de madera, probablemente por chapeados de nogal o caoba. Pudiendo tener una superficie decorada en marquetería (algo que solía darse en este periodo). Las patas eran cada vez mas altas y finas, aún mostraban un galbo en S.
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INSPIRACIÓN BARROCA
Actualmente, son muchos los ejemplos que podemos encontrar inspirados en estos diseños. Especialmente, cuando nos centramos en la decoración de grandes salas y salones o la distribución de un comedor con una tipología típicamente barroca. Las sillas con patas en cabriole son perfectas para combinar y crear un ambiente algo ecléctico con un marcado carácter.
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Incluso nos podemos decantar por un elegante sofá de estilo barroco, manteniendo su estructura y armazón o de acabados mas empolvados en tonos pasteles.
Perfectos ejemplos son los de tipología en canapé, diseño predecesor del sofá actual, con un armazón de madera festoneada y tapizado de guarnición henchida mediante ricas telas.
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Es vuestro turno para sacar el mejor de los provechos a cada uno de estos tesoros…
Hasta la próxima!
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