Este post debería llamarse Cómo salir del paso cuando tu hija te pide un cumpleaños de la Bella y la Bestia y tu no tienes tiempo de reacción y un presupuesto determinado.
El año pasado la pobre Heredera, por circunstancias de la vida se quedó sin cumpleaños, así que este año queríamos que fuera especial.
Con el nuevo de ritmo de vida que llevo trabajando jornada completa, la cosa estaba más complicada que en años anteriores así que cuando me dijo que quería un cumpleaños con esa temática directamente pensé en comprar platos y vasos temáticos y listo. Pero no es tan fácil como yo creía, o al menos que no te cuesten casi el 90% del presupuesto del cumpleaños.
Como hace ya tiempo que dejé de obsesionarme por las idílicas imágenes de Pinterest (porque te recomiendo que busques cumpleaños de la Bella y la Bestia, y prepárate a alucinar, sino mira aquí), tiré por la calle de en medio y opté por inspirarme en la película y centrarme en la combinación de colores: amarillo y rosa.
En la típica tienda de artículos de fiesta, aprovechando una tarde que los niños estaban con mi suegra y no voy rozando el límite de velocidad por la A2 para por lo menos estar un par de horas con ellos, compré platos, vasos y servilletas en ambos tonos. Además compré unos pompones gigantes de papel rosa, en un principio con la idea de poner una guirnalda encima de la mesa, pero sobre la marcha se me ocurrió otra forma que quedó muy original.
Por orto lado le pregunté a la niña según ella qué era lo más importante de la película, y para mi sorpresa me dijo: la rosa, mamá, la rosa. Así que vi el cielo abierto. En nuestra floristería compramos rosas amarillas a un precio excelente (1€ el tallo).
Desafortunadamente no pude hacer muchas fotos de la mesa, pero si que saqué alguna para que te puedas hacer una idea.
Como ves el pompón lo desplegué solo la mitad y en el hueco que quedaba en el centro coloqué un cuenco bajo con las rosas cortadas. Me encantó el contraste de los dos colores. Me parece muy primaveral y estético.
Para rematar la fiesta, invitamos a tres amiguitas. La primera vez que traía amigas a casa, y encima en su cumpleaños. Te puedes imaginar la ilusión que le hizo.
Puede que mi hija no tuviera una mesa de merienda como las de Pinterest o como las que les montaba antes, pero al día siguiente me hizo el mejor regalo nada más levantarse: mamá, ayer fue el mejor día de mi vida.
Besos,